Información selectiva



No es algo que me sorprenda. Los días que me toca revisar la prensa nacional termino dándome cuenta de esta curiosa manera que tienen los diarios de seleccionar la información e utilizarla para dar noticias preformateadas y orientadas a dirigir las ideologías para llevarlas por dónde les interesa. Es entonces cuando me detengo y me pregunto hasta dónde estamos influenciados por los que otros nos dicen. Evidentemente no tenemos ojos para ver todo cuánto sucede, ni oídos para escuchar lo que se dice. En definitiva, nos faltan medios para conocer la verdad.
Es un concepto extraño, este de la verdad. Quién puede decir lo que es cierto y lo que no es. Tal vez por eso mismo siempre he mantenido, y diría que ya lo he comentado otras veces, que la verdad es sí misma no existe o es tan difusa que nadie la alcanza. Es algo utópico, como una sociedad perfecta. Tan sólo existen percepciones, modos de interpretar un mismo acontecimiento en función de lo que queremos ver y lo que queremos oír.
Hoy muchos diarios se hacen eco de lo estupenda que es nuestra Excelentísima Presidenta de la Comunidad de Madrid. Doña Esperanza es tan maja que se ha bajado, otra vez, el sueldo. O al menos eso es lo que El Mundo nos viene a vender. La pobrecita presidenta de Madrid, (Que no estamos hablando de un cargo político del pueblo de Turruncún –La Rioja-) lleva bajándose su salario desde el 2008, cuando la crisis empezaba a sentirse, aunque para Zapatero sólo fuera una leve… ¿Cómo decía? Ah, sí, una leve regresión económica. Gallardón siguió después con su ejemplo y los dos ahora son con una especie de curritos pobres y solidarios con los mileuristas como yo (Y yo aún no me puedo quejar, que hay más de cuatro millones de personas tocándose en sus casas porque no tienen curro). Para El Mundo, Esperanzita es todo un ejemplo a seguir.
Ahora, vámonos a Público, o a País y ¿Qué vemos? Sí, la misma noticia. Aguirre se baja el sueldo, pero con matices. Por ejemplo, se ha bajado el salario pero sigue cobrando más que el propio Zapatero ¿No es una incongruencia, que una presidenta de una comunidad cobre más que el presidente del país? Entonces, uno lee una cosa, lee la otra y se pregunta ¿No habíamos quedado en beatificarla por ser tan buena?
Más matices a tener en cuenta de ambas noticias los vemos en las fotos que adjunta. El Mundo, en un ataque de distorsión de la realidad –ésa que cuentan a su manera como si siguieran a pie de la letra la canción de Sinatra My way- enfoca a Esperanza con Gallardón, los dos con el semblante serio y pasando un tickets de metro por los torniquetes. ¡¡Pero qué pobres que son y qué buenos al mismo tiempo!! Si para ahorrar, ahora viajan en metro, como millones de usuarios diarios que lo cogemos todos los días. Mientras, el País pone una foto de la señorona Presidenta en su sede, en Génova, acompañada de un hombre y pasando por al lado de ¿Un cajero? ¿Lleva algún tipo de mensaje subliminal ese cajero colocado justo a la izquierda de Esperanza en una noticia que habla de su sueldo?
Detalles como éstos podemos verlos en todas la noticias. Es más, hasta la colocación y orden no es algo arbitrario. Todo está estudiado para hacer que pensemos lo que ellos quieren. No es casualidad que Público hable de Aznar y abajo salga una noticia de terrorismo Internacional o tiranos de la historia. No. Todo tiene un porqué y seguramente es algo muy eficaz. Es algo que se estudia en la carrera de Periodismo: esas teorías sobre el poder de los medios de comunicación para dirigir a las masas, incapaces de poder ver y oír, obligados a relegar en ellos para que sean sus ojos y sus oídos. El problema es que tras estos ojos ajenos por los que vemos, y esos oídos que escuchan por nosotros, hay empresas, hay intereses, hay ideologías que seleccionan la información, que deciden qué debemos saber y qué no.
Recuerdo que en la serie Expediente X, cada capítulo empezaba con una célebre cita: “La verdad está ahí afuera”. Una pena que no dijera dónde en concreto para poder ir a buscarla.

1 comentario:

  1. Moraleja: escucha siempre las dos partes, al menos te harás con una verdad fundamentada.

    Cuando a veces se plantea la duda de si mentir o no en un asunto (casi) siempre he aplicado las máximas de que se coje antes a un mentiroso que aun cojo, o que verdad sólo hay una y en cambio mentiras muchas, con lo cuál es fácil entrar en la contradicción y autodescubrirse.

    Esto me suena un poco a la noticia de ayer u hoy, en torno al salario del jefe delBanco de España, Miguel Ámgel Ordoñez, que antes de la pertinente rebaja del 15% (parece el número de moda entre los bien pagados) ganaba casi 200.000 euros. Y claro, como este hombre ha pregonado a los cuatro vientos la necesidad de reforma laboral, pues con ese salario se lo han comido vivo los críticos. Problema, que si lo miramos en el contexto europeo o en la banca privada gana comparativamente bastante menos que sus homólogos. Eso quizás no justifica su sueldo pero tampoco lo hace villano, porque en el fondo lo que está pagando es ser la voz pública de unas reformas que clama aquellos sectores que nos llevaron en gran parte a donde estamos (aunque aluciendo a la campaña de Telecinco, el poder de la gente también ha sido la culpable, pero eso es otro tema largo de discutir).

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