Nuevos retos


El otro día volvieron a echarme la bronca en casa. Sí, volvieron a soltarme la misma retahíla de argumentos para recriminarme que sí, que no paro de escribir para que luego todo quede en nada. Que no me muevo, que no me preocupo, que no hago para que esto vaya a más. Es decir, que dejo que el sueño siga siendo eso. Un sueño que no se hace realidad. Y la verdad es que razones no faltan. Puedo tirarme horas enfrente de la pantalla, teclear sin parar e incluso hacer historias tan largas cómo la que ya verá su fin estos días. Puedo escribir y divagar para que mis amigos, conocidos y anónimos, pasen por aquí y sepan un poco de este chalado. Los hay que incluso se han atrevido con alguna de mis novelas. Su pago para mí ha sido su comentario, pues aunque los hay que pagaron por tener el papel entre sus manos, el beneficio se quedó en imprentas y en el sistema de autoedición. Para el menda sólo quedó el comentario, bueno en la mayoría de los casos.

En casa me dicen que ha llegado el momento de ponerme las pilas. Un libro regalado es un libro no valorado. Puedo tener 300 descargas pero ¿Cuánta gente lo ha terminado? Al fin y al cabo, no les costó nada ponerlo en los discos duros de sus ordenadores ¿Qué les costaría borrarlo? Nada, lo mismo que descargarlo. Tampoco me paseo por editoriales para que vean este careto. Siempre digo que no lo hago porque no me considero que esté preparado. No, sólo es un hobbie, una afición… Yo no estoy en esto por la pasta –me digo- sino por una convicción, por un gusto que está en mí desde tan temprana edad que muchas veces no me imagino sin escribir.

No sé si este loco ya ha madurado lo suficiente para atreverse a un paseo por editoriales, y probablemente estoy abocado a sonoros y frecuentes trastazos que contribuirán a desaliñar esa imagen emponzoñada que tengo. Pero tal vez ha llegado el momento de que me den dos hostias, me tumben y me vuelva a levantar. El momento de asumir los riesgos que me rehuido y salir de mi burbuja de cristal.

Ya lo he dicho en casa, lo he prometido. Pero no quería hacerlo con Épsilon, historia que por su extensión considero que es inviable completamente para un “nisu” como yo. ¿Qué editorial estaría dispuesta a gastar su tiempo y su dinero en una historia de 1.500 páginas, cuando el nombre de su autor sólo suena a una decena de personas? ¿Cuánto podrían pedirme por hacer sólo cien ejemplares de una obra como ésta? No. Es inviable. Para ellos, para mí, para todos. Entonces ¿Por qué lo he hecho? ¿Por qué embarcarme en un trabajo de dos años si no pensaba apostar por él?

Épsilon ha sido una obra que asumí como un reto y que ha servido para mucho, pese a no recibir ningún premio o beneficio económico. Épsilon ha supuesto una posible “maduración”, ha puesto en manifiesto que mi imaginación puede llegar hasta ahí dónde no pensaba, a mil quinientas páginas de distancia, que hay constancia suficiente como para terminar lo que empiezo, para atreverme a apostar por mí, y a su vez me ha servido crear eso que tanto quería. Mi gran historia, mi épico mundo.

Ahora ha llegado el momento de asumir nuevos retos, y de estamparme con la pared si así he de sufrirlo. Pero no lo haré con Épsilon, ni con Crónicas, ni tan siquiera con el Manuscrito (ése tan mal escrito pero que tuvo una puntuación de 9 sobre 10 por un agente literario). Un nuevo reto merece una nueva historia. Más corta, pero más meticulosa. Mientras, cómo ya habéis visto, podréis disfrutar de la última novela no publicada a través del blog –Los Viteri-, Épsilon III saldrá en estos días en Bubok y Libro Virtual, y también tengo previsto recopilar todos mis relatos en un mismo pdf. Ahora una nueva historia debe empezar a fraguarse, a gestarse en mi mente. No sé si ficción, misterio, fantasía, drama… cualquier género es susceptible. Ideas tengo para todos. ¿Alguna propuesta para que me decante en este nuevo reto? A mis amigos, siempre les escucho

3 comentarios:

  1. Wenas, a ver si es verdad y por fin das el paso, que estas más que preparado para conseguir que te publiquen,desde aqui te mando animos para que no lo demores y a poder ser propongo que escribas una historia de misterio y drama, que seguro le sacas bastante tiron. Un saludo:D

    ResponderEliminar
  2. Por poner un ejemplo, y aunque suene absurdo o exagerado, a Susan Boyle no la conocía casi nadie y si no recuerdo mal se paso sus años de bolos en bodas y otros acontecimientos hasta que le llegó la fama mundial.

    Para los que han criticado que esta afición tuya no aporta beneficio económico trátales de vendérselo como una acción voluntaria. Seguro que si emplearas el mismo tiempo en labores benéficas lo comprenderían mejor. Pues bueno, con lo que haces ahora pienso que a algunos nos ayudas a pensar, a no sentirnos tan incomprendidos o a tener puntos de vista alternativos.

    En cuanto a la nueva historia, a mi personalmente me gustan las obras que se componen de relatos. Podrías ser temático, cualquier cosa, el amor, el sueño, los miedos o traumas infantiles, y a cada relato darle un enfoque distinto, desde la historia verídica, al suspense, el drama o incluso la comedia. La verdad es que creo que con esta definición no he concretado prácticamente nada, pero es que no tengo la constancia suficiente para escribir jeje.

    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Corazóoon, ya sabía yo que no faltaba mucho para este momento, para esta decisión, aunque tú y sólo tú debes dar ese paso y sabes mejor que nadie cuando es el momento, yo sólo te aconsejo, te dejes guiar por tu intuición, y sobretodo no le tengas miedo a nada, solo disfruta con lo que haces y nunca esperes nada a cambio, solo así venga lo que venga será un regalo. Yo estaré aquí , apoyando y esperando tu próximo paso. Una sugerencia, coincido con oscar, Drama y misterio jjee :)
    Eva besoss

    ResponderEliminar