Ahora empieza la lucha

El lunes ya comenté en una breve entrada, que hacía mención al fallo del inexistente día bisiesto del 2010 de la ps3, que ayer sería un día duro, horrible, motivo que me haría estar alejado del ordenador para poder escribir algo. Dije que hoy os contaría qué pasaba, y aunque no acostumbro a utilizar este medio para contar cosas directas de lo que me pasa a mí y a mi entorno, hoy necesito contarlo. Aún a riesgo de saber qué será leído por gente con cierta mala intención, que leerá cada punto y cada coma en busca de algo para hacer una nueva guerra personal, que sacará de contexto cualquier pensamiento o sentir personal del fatídico día de ayer para corroborar lo malo que soy, envenenar a los demás y meter más mierda. Allá ellos si creen que eso es lo que necesitamos ahora. Yo sólo lo escribo por desahogo, que no creo que sea ningún delito. A todos ellos les recomendaría dejar de leer esta entrada ahora mismo. De hecho, ni siquiera están invitados a este blog aunque irremediablemente no puedo evitar que lo hagan (Tío, esto no va por ti. De hecho, me alegró saber que andas escondido por estos lares).

Juntar a la familia no siempre es motivo de diversión. Hay veces que se junta por motivos muy tristes y duros, cómo lo fue ayer. Operaban a una de mis hermanas de cáncer de mama. Le quitaron todo el pecho y luego se lo reconstruyeron con su propia piel en una operación que empezó a las doce del medio día y que no acabó hasta las nueve de la noche.

Estas desgracias son muy duras porque todos sabemos qué implica esa palabra –cáncer-, qué consecuencias puede traer y lo que viene después. De hecho, lo de ayer sólo era el inicio, el pistoletazo de salida de una batalla que tendrá que hacer frente apoyada de toda su gente, esa gente que ayer hizo de tripas corazón para que ella supiera que estábamos ahí, apoyándola. Tras la operación empezarán las sesiones de quimioterapia, y cuando éstas acaben será el turno de la radio. Lo cierto es que lo tenía muy avanzado. Su temprana edad, 31 años, ha hecho que la enfermedad se haya extendido con gran velocidad, aunque por suerte ya está localizado y le han quitado lo que se había detectado. Ahora queda esperar a que se analice los tumores y que digan en qué estadio real se encontraban para poder regular la quimioterapia. La única noticia “buena” que tuvimos fue el resultado de la operación. Mi principal miedo era que la abrieran y volvieran a cerrar, viendo que la enfermedad estaba más extendida de lo que pensaban. No sucedió. Por otro lado, la reconstrucción fue mejor de lo pensado. Creían que no podrían dejarle un pecho a la misma altura del otro, ya que está tan delgada que no había de dónde sacar. Pero lo consiguieron, en detrimento de unas piernas a las que tuvieron que apurar para poder hacer el injerto. Ahora esperemos que la vascularización vaya bien, ya que no hay riesgo de rechazo al tratarse de carne de su propio cuerpo.

Fue una jornada muy larga y tensa, aunque yo empecé a respirar cuando en oncólogo terminó su parte. Que los cirujanos plásticos tardasen más de lo habitual, para mí era porque estaban aunando sus fuerzas para hacer un trabajo minucioso, tal y cómo más tarde nos aseguraron. Será que yo tengo confianza plena en estos profesionales y tenía el convencimiento en que todo iba a salir bien, y por eso no me alarmé cuando dijeron que tardarían dos horas más. Es microcirugía. No es como tejer una bufanda.

Afuera, en los pasillos, aguardábamos toda una familia que no se puede ni ver y que ayer intentó aparcar sus diferencias debido al mal trago que suponía la situación. No era momento de disputas familiares, ni de hablar de problemas pasados. Simplemente se trataba de un “alto el fuego”. Pero aún así, no todos fuimos con la misma predisposición. Mientras algunos íbamos con una gran cordialidad, asumiendo que lo importante era aquélla que estaba en un quirófano, otros se dedicaron a lanzar miradas asesinas cómo para amedrentar al personal. Función que por cierto tampoco consiguieron. Las malas miradas se fueron sucediendo a lo largo de una intensa jornada, buscando una provocación para tener la excusa de montar la fiesta. No se la dimos. Unos serán más fuertes, otros somos más inteligentes.

La primera parte del día fue muy significativa. Dos por un lado, otros por el otro y una en el medio acercándose a los que tiene más lejos por el simple hecho de aprovechar este reencuentro (Que por cierto, lo de GH en comparación con lo que pasaba ayer en el hospital de Guadalajara, es de niños). Me sorprendió en parte la cantidad de información que teníamos cada uno sobre la magnitud del problema. Hubo quién se echó las manos a la cabeza cuándo el oncólogo dijo que no sabía si había más. De hecho, mi hermana mayor llegó a decir que eso no nos lo dijeron anteriormente. No obstante, recuerdo que el motivo de la quimioterapia era ése. Por otro lado, el asunto de la reconstrucción. Le quitaban la mama entera pero parecía que no todos los que estábamos lo sabían.

La segunda parte de la espera estuvo protagonizada por la visita de unos de mis tíos, quienes se convirtieron en árbitros de un intercambio de puyas a todos los niveles. Supongo que están al tanto de la fantástica relación familiar que tenemos, aunque claro, sólo estarán al tanto de una parte de la historia. Aquí hay mucha plancha que seguro nadie les ha contado. Pero eso es lo de menos. Al menos distrajeron un poco y cortaron momentáneamente el mal rollo. Luego se avivó con más ganas, supongo que debido a que la jornada acababa y no había estallado la guerra que se buscaba.

Pero, todo esto es lo de menos, aunque no ayudó para pasar la espera. Es insignificante dolernos por lo que fue, más si tenemos en cuenta lo que nos une y lo que nos separa. Para mí, lo importante era ella, y sólo ella, porque lo de ayer fue el inicio, el capítulo uno de una batalla que seguro se resolverá a favor de mi hermana. Yo estoy convencido de ello. A pesar de todo, y lo que pudo separarnos en momentos dados, los dos sabemos que es lo que nos une.

4 comentarios:

  1. Primero de todo, ánimos a tu hermana. El año pasado a mi tía también le diagnosticaron un cáncer de mama, y un par de meses después a una de las mejores amigas de mi madre.

    Ambas han conseguido salir adelante pero los meses posteriores han sido muy duros. Y no tan sólo para ellas, sino para la familia también que ha tenido que lidiar con sus depresiones.

    Mientras leía tu entrada me ha venido un recuerdo de "Crónicas del amor oscuro" y he entendido porque decías una vez que hay gente que ha querido ver una cierta autobiografía en ese libro. Desde luego que la imaginación existe, pero la realidad nos da muchas veces el punto de apoyo desde el cuál crear nuestra fantasía.

    Que la recuperación sea lo más rápida y liviana posible y un abrazo

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  2. Primero de todo, ánimos a tu hermana. El año pasado a mi tía también le diagnosticaron un cáncer de mama, y un par de meses después a una de las mejores amigas de mi madre.

    Ambas han conseguido salir adelante pero los meses posteriores han sido muy duros. Y no tan sólo para ellas, sino para la familia también que ha tenido que lidiar con sus depresiones.

    Mientras leía tu entrada me ha venido un recuerdo de "Crónicas del amor oscuro" y he entendido porque decías una vez que hay gente que ha querido ver una cierta autobiografía en ese libro. Desde luego que la imaginación existe, pero la realidad nos da muchas veces el punto de apoyo desde el cuál crear nuestra fantasía.

    Que la recuperación sea lo más rápida y liviana posible y un abrazo

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  3. Miguel,

    muchas gracias por los ánimos. Uno nunca cree que algo así pueda suceder, hasta que pasa. Y aunque intentamos imagnarnos lo que debe ser, uno no lo sabe hasta que llega.

    En cuanto a ese recuerdo que te ha venido, en fin. La realidad siempre supera a la ficción, y la ficción siempre se termina influenciada por la experiencia personal.Eso no se puede negar. Siempre habrá algo de mí en esas historias, aunque uno intente separar.

    Gracias por tus palabras.

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  4. Hola Roberto,

    Quizá te suene extravagante e incluso egoista, pero tratar de no pensar en esa palabra.
    Tratad de recordar el tiempo que se sentía bien, aquel día que tenía el guapo subido. Cuando como tu dices lo que os une estaba anterior a nada.

    Sé que es muy dificil, casi imposible pero creo es la unica manera de luchar contra algo así.

    Mirar hacia adelante, seguro que todo se arregla, al menos, teneis la oportunidad para ello.

    Muchos animos, un abrazo

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