Los dioses, sus motivaciones y los conceptos universales



El conflicto de Terrea, disponible para su descarga gratuita desde el pasado 12 de diciembre, presenta inicialmente una historia de dos dioses enfrentados: Selena, diosa del bien, y Dagda, dios del abismo. Dos dioses supremos, antagónicos y enfrentados como pueden ser los conceptos universales del Bien y del Mal. 

En un principio, parece que la historia que se presenta en la segunda fábula de Novorsa parte de los estereotipos de este tipo de conflictos, en el que un dios malo consigue embaucar a un personaje para sembrar el caos en los territorios donde el dios de bien ha instaurado la paz y unos elegidos deben evitarlo por todos los medios. No voy a engañar a nadie. Parte de la historia nace bajo esos preceptos. Así lo había pensado Esther cuando asentó las bases de la novela allá por el verano del 2013.

No obstante, cuando ella me iba explicando cómo había pensado que sucediera la historia y me hablaba de Selena y Dagda, de los dos dioses enfrentados y sus universales motivaciones, en mi mente yo intentaba darle la vuelta de algún modo, intentar sacar la historia de aquellos estereotipos. No buscaba tanto la capacidad de sorprender al lector que se adentrara en la novela, sino más bien un aprendizaje a través de aquel conflicto. 

El malo porque sí y el bueno porque debe serlo apenas aporta mucho al relato. Los villanos de las novelas, películas o juegos en los que solo buscan la destrucción por su afán de destruir, mientras el dios bueno solo quiere proteger porque así debe hacerlo, no me llama mucho la atención. ¿Qué hay realmente interesante en ello? Puede que sirva para que los protagonistas se muevan y vivan una historia única, pero el trasfondo en el que sucede las cosas, sin motivaciones «humanas», termina quedando pobre.

Yo no quería que el conflicto entre Selena y Dagda fuera una mera excusa para que Cory y Leelu iniciaran un cruel viaje por Terrea (Porque es muy cruel), en busca de Fausto para resolver el problema que les ocupa. El problema de los dioses debía ser importante. Tanto o más que la propia trama principal, no un mero adorno.

Es difícil preguntar cuál es la trama principal de esta novela. Estoy seguro que si preguntáis a Esther, ella os hablará de Cory, de Leelu, de Fausto y de Lima, y cómo el amor hace que luchen desesperadamente por aquello que quieren, mientras si me preguntáis a mí, yo os hablaré de los dioses, de Selena y de Dagda, como dos seres enfrentados a sus propios intereses. No estoy diciendo con esto que Selena sea mala. Ella no es mala con Cory, con Leelu… con sus protegidos. Ella de verdad es una diosa que los cuida y vela por su pueblo, pero sus motivaciones para ser buena no implican que deba serlo por fuerza. Y a la inversa con Dagda. Dagda es cruel, es un villano despiadado… pero por muy dios que sea, también será muy humano. 

Nuestras formas de pensar y de ver los conceptos universales de lo que entendemos por el Bien y el Mal, esa dualidad en la que nos movemos la mayor parte del tiempo, hace que muchas veces no podamos ver la realidad desnuda. Por ejemplo, cuando el héroe saca su espada y empieza a ajusticiar a los soldados del enemigo. Nadie piensa en esos soldados, en si realmente eran malos, o si la vida que les tocó vivir les obligó a estar ahí. Imaginaos por un instante al Águila Roja, o al protagonista de un videojuego, o el héroe del último libro que habéis leído. Ellos matan, matan sin piedad en muchas ocasiones a otras personas que posiblemente tengan hijos, estén casados… seres queridos que lamentarán su pérdida a manos de nuestro héroe, aquél al que hemos convertido en abanderado del Bien. Pero, para ellos ¿realmente nuestro héroe es bueno?

Podréis saber más sobre Selena, Dagda y el conflicto que los une y enfrenta descargando la novela. Ya sabéis que es gratis. De momento solo está en Bubok, pero en unos días llegará también a www.free-ebooks.net. 

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