Autoservicio completo



Prefiero los establecimientos con autoservicio que los de toda la vida, con dependiente y mostrador. Con la de vueltas que me gusta dar a todo, pensar y volver a pensar, coger cosas, dejarlas y volver a cogerlas. ¿Imagináis cómo se pondría un dependiente si todos actuáramos en las tiendas del mismo modo que en un centro comercial? Acabaría loco, lleno de estrés o con continuos ataques de ansiedad (eso sin mencionar las largas colas que deberíamos esperar todos). Tal vez por eso mismo, el autoservicio me parece una gran idea. Muchas veces nos vamos a comprar y ya echamos la tarde entera, cosa que no podríamos hacer del mismo modo si no estuvieran establecidos estos mecanismos.
No obstante, llevo meses observando cómo el sector del autoservicio ha continuado evolucionando a un autoservicio completo. Ya no basta que con cojas el carrito, des una inmensa vuelta y vayas seleccionando los productos que te quieres llevar. No, las cadenas de supermercados han establecido una nueva modalidad en la que tú mismo debes actuar de cajero. Esperar la cola, ponerte en una máquina, sacar los productos, pasarlos por el láser, y una vez acabado todo el proceso, cobrarte tú mismo.
Ya lo he visto en diferentes establecimientos, como los Champions, Carrefour, Ikea… dónde la filosofía del Juan palomo impera a cualquier otra. Tú te lo guisas y tú te lo comes, o mejor dicho, tú compras, tú te cobras (Y ese sueldo que me ahorro –como dueño del establecimiento- en cajeras que atiendan a los clientes). Suele haber una mujer en medio de dos o tres autocajas para atender las dudas y un vigilante merodeando por la zona por si alguien tiene el descaro de no pasar algo al cobro.
No obstante ¿No es más descarado que los empresarios en cuestión pretendan que sus clientes trabajen para ellos hasta para cobrarse? ¿Qué será lo siguiente, que según llenes el carrito repongas la estantería para no contratar reponedores?
El reclamo para que uses estas cajas de lo que he denominado “autocobrado” es la rapidez. Supuestamente, ahí no esperas esas colas kilométricas. No, la autocaja es más rápida, por lo que todo son ventajas para el cliente. Tal vez de ahí que cada vez contraten cajeras más pavas, que se pierden buscando el código de barras o que desconocen cómo eliminar una referencia mal cobrada, para que te desesperes y termines marchándote a esa otra, en la que tú te lo guisas y te lo comes y ellos se lo ahorran en dinero en personal. Una táctica muy buena y recomendable en estos tiempos de paro exacerbado. Así contribuyen a que nunca desaparezca.
Yo no puedo con este tipo de cajas. Me niego en rotundo cobrarme a mí mismo. No porque no me vea capacitado para pasar los artículos por el láser y después introducir las monedas y los billetes por las respectivas ranuras hasta completar el importe de la compra, sino porque el supermercado en cuestión no me paga nada por las labores de cajero que me quieren obligar a desempeñar. Ni tan siquiera un uno por ciento de descuento sobre el ticket. No. Yo prefiero esperar y que sea una persona quién haga el trabajo, o mejor dicho, quién tenga trabajo para poder justificar su sueldo. Que rectifique si se equivoca, quién encuentre una referencia cuando ésta no aparece en el sistema, quién me tome el dinero o la tarjeta y quien se responsabilice del correcto funcionamiento del fin del proceso de mi compra. Me da igual si parezco raro pero es que a nosotros, los clientes, no nos pagan para que seamos ahora sus cajeros.
Di no a la autocaja. ¡Y qué contraten personal para que nos atiendan!

2 comentarios:

  1. Hola roberto: lo mismo que te pasa a ti con los cajeros de supermercado, me pasa a mí con las gasolineras autoservicio. Aunque vaya en reserva y no sepa cuánto me queda para que el coche haga 'plop' y se pare, no me detengo jamás en las gasolineras en las que tengo que echarme yo gasolina. Una vez, en una BP -mala política últimamente, leches- un usuario puso mal la manguera esa y se salió mogollón de gasolina mientras el menda pagaba en el cajero de la tienda... ¡terror, me da terror! En esas gasolineras, como en esos supermercados, que pongan los productos más baratos, dado que me los autogestiono y le ahorro unos miles de euros en personal...
    Besos, Roberto!!!

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  2. Jejeje, me ha hecho mucha gracia la idea de reponer uno mismo mientras compra. Se me ha venido a la cabeza la imagen de ser el propio cliente el que pasa la fregona detrás de sus pasos para dejar el suelo bien limpio.

    Yo creo que esta idea no sustituirá nunca a los/las cajeros/as de todas la vida en la medida de que gente mayor, como mis padres, son incapaces de manejarse con un móvil como para entender lo de los códigos de barra e introducir monedas; más aún cuando veo a toda esos/as ancianos/as soltar la calderilla encima de la cinta donde se dejan los productos para que sea el/la cajero/a quien busque y cuente los céntimos que necesita para pagar su ticket.

    Pero esta idea del autoservicio por desgracia cada vez se extiende más, y a mi se me ocurre otro ejemplo con la banca, donde los cajeros automáticos prácticamente son los encargados ya de hacer casi cualquier operación (excepto darte hipotecas y préstamos, eso sí que no).

    Saludos

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