No me da ningún tipo de lástima


Este fin de semana ha destacado por la noticia de la cogida que ha sufrido José Tomás durante una corrida de toros. Parece ser que ha sido una cogida con todas las de la ley, peligrando su vida hasta puntos que hacía pensar que estaba más muerto que vivo.
Bajo este resumen, empecé a escuchar comentarios que lamentaban la mala suerte de José Tomás durante la corrida, como los buenos deseos de una pronta recuperación. Que si es un gran torero, que si no se puede perder a una persona con un talento así y demás patochadas propias de los aficionados a la tauromaquia. Sin embargo, ¿Por qué nadie se ha parado a pensar que, si un toro le ha cogido, ha sido porque se ha expuesto a ello? Que le ha atacado porque ha provocado al animal. Se trataba de un duelo, dónde o salía victorioso el torero o lo hacía el toro. En realidad el pobre animal sólo se estaba defendiendo mientras toda una plaza jaleaba al torero que debía matarle.
A mí no me da ningún tipo de lástima. No se trata de un obrero que subido en un andamio se ha roto la cabeza, ni de un minero que ha visto cómo la mina se derrumbaba ante sus ojos, ni un conductor de autobús que patina sobre el asfalto provocando un choque mortal. No, se trata de un señor que quiere hacer del asesinato, un arte. Un hombre que cobra por ponerse delante de un toro y que lo hace por gusto. Un hombre que sabe a lo que se expone. Sí, lo reconozco. Si José Tomás hubiera muerto, en cierta medida me hubiera alegrado. ¡Tres hurras por el toro!
Los medios de comunicación están haciendo un seguimiento del estado de salud del torero como si se tratase de una especie de héroe nacional, como si los méritos de José Tomás (Y quién habla de éste, puede decir cualquier otro del gremio) fueran trascendentales para la sociedad, un avance importante por el que mereciera ser aplaudido. Pero no olvidemos una cosa: este señor se dedica a matar toros, como el niñato indeseable que se pone a matar gatos a base de patatas y pedrazos, o como el desgraciado que tira a un perro desde un puente… Simplemente se trata de maltrato animal, sólo que en el caso de los toros, lo consentimos, lo permitimos, lo aplaudimos y hasta pagamos a sus asesinos por ello.
Muchos dirán y hablarán sobre la vida que llevan los toros destinados a morir en una plaza abarrotada de gente, cual circo romano echando a los cristianos a los leones. Muchos alegarán la calidad de vida que se les da, de la cual carecerían si no fueran destinados a morir por una espada atravesando su corazón con los aplausos de los espectadores de su asesinato de fondo. Pero no olvidemos una cosa, el toro no es un león. El toro es un animal que sólo ataca para defenderse, jamás por el gusto de matar (ése es el hombre), ni tan siquiera por comer, pues ni si quiera estamos ante un feroz carnívoro. El toro responde a una agresión y lucha frenéticamente por algo que haríamos todos: salvar la vida.
Personalmente, a mí no me preocupa José Tomás, sino el toro que heroicamente consiguió zafarse de su asesino, como ese cristiano que consiguió batir al león en el circo romano. ¿Qué pasó con él? Porque nadie le ha recibido entre vítores y aplausos por su hazaña, por ser de los pocos que consigue doblegar a la persona que pretendía darle caza. No, seguramente el toro ya yace muerto y la gente dirá que se lo merece por atacar a José Tomás, que es un peligro… pero nadie repara que él sólo se estaba defendiendo. Es algo que no debería caer en el olvido.

3 comentarios:

  1. Suscribo tus palabras y además aprovecho para condenar el hecho de que algunos medios de información, como la página web del marca, lo incluyan incluso como acontecimiento deportivo en uno de sus apartados.

    Os dejo una reflexión curiosa que leía ayer en un foro: si el toreo es un arte, ¿el canibalismo es gastronomía?

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  2. En esencia, suscribo tus palabras Roberto. Estoy completa e irremediablemente en contra de la "fiesta" de los toros. Creo que este torero ha sufrido un accidente que podría ser mortal pero que se ha buscado él solito. Matar de forma salvaje a un animal ante el jaleo y los aplausos de la gente me parece de uuna bestialidad supina. Pero no me alegro de lo que le ha sucedido; es un ser humano y la vida la respeto siempre, por siempre... respeto hasta la vida de los toros: no creo que ningún ser vivo deba morir de esa forma tan bestial y tan lenta.
    Me avergüenza que se le llame "fiesta nacional" a esta salvajada, que se dedique parte del dinero de mis impuestos a este fin, que se iedntifique mi país con esta aberración.
    Tomás, como muchos toreros con caché ganan una pasta por lo que hacen... así como todos los que le rodean. La "fiesta nacional" es una forma de lucrarse para unos pocos como otras muchas.
    Todos los días se accidentan personas verdaderamente trabajadoras en sus puestos de trabajo y no le sacan a hombros ni dan su curriculo en la tele...
    Qué pais este.

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  3. No puedo estar más de acuerdo con tus palabras, de echo mientras leo tu entrada, están hablando en las noticias del incidente que tubo José Tomas y culpando a la plaza de no tener los medios suficientes. De echo si dependiese del canal en el que estoy viendo las noticias José Tomas tendría que ser ascendido al estatus de héroe nacional y a la que llaman su "profesión" ser la más arriesgada, como si no hubiera otras profesiones en las que los que las ejercen se juegan la vida. Y es que en este país un bombero, un policía..... no se juega la vida. Sin embargo un elemento que se pone a intentar matar a un animal que solo quiere vivir, prácticamente tiene que ser venerado como un Dios. Personalmente no lo entiendo, y sinceramente nunca me alegraría de la muerte de otro ser humano, pero si de mi dependiese, al que felicitaría seria al TORO, por ser capaz de defenderse hasta el punto de evitar ser asesinado ante el público que pedía su muerte.

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