GH: verdad y percepción

Yo siempre he mantenido que en la vida no hay verdades absolutas en cuanto a los comportamientos humanos, sentimientos o actos concretos, sino percepciones diferentes, modos de ver las mismas acciones. Algo que se corrobora con Gran hermano pues el programa nos narra unos sucesos, con unos protagonistas. Todos vemos exactamente lo mismo y sin embargo, cada uno lo interpreta de un modo distinto.

De ahí que en muchos foros se repita aquello de ¿Qué Gran hermano estás viendo tú? Evidentemente está viendo el mismo y está juzgando, desde la comodidad que supone opinar de asuntos como éstos, los mismos sucesos que el programa nos narra. Si todos estamos viendo lo mismo ¿Por qué es diferente? ¿Por qué dónde uno ve amor, otro ve estrategia? ¿Por qué dónde uno ve victimismo, otro ve prepotencia?

Esta es la clave y motor de este programa, la capacidad de generar debate sobre asuntos que, en realidad no tienen importancia. Pero pone algo en manifiesto, y es eso que he dicho al principio. No hay verdades absolutas, sino modos de percibir la realidad e interiorizarla de modos diferentes. Tantas como personas ven un mismo suceso.

Esto ha sucedido, una vez más, en la gala de Gran hermano (la cual aún no ha terminado mientras estoy escribiendo estas líneas). La noche se presentaba movidita con la expulsión de dos parejas y un mar de dudas se abría de cara a las horas previas. Algo había claro: Pepe y Raquel no estarían en peligro. Otra de las cosas que más se esperaba era la expulsión de Ainhoa y Nico. Sin embargo esto no sucedió, algo que descolocó a mucha gente y, como he dicho, se ha interpretado de una forma diferente.

Cabe decir que lo que voy a decir a continuación no es una verdad, ya he dicho que no existen estas verdades en aspectos como éste, sino que se trata de mi percepción. La casa decidió emitir sus votos por separado, en lugar de hacerlo por parejas. Decisión que salió de la pareja formada por Silvia y Jorge y que Pepe y Raquel aceptaron sin reservas. Jorge votó por Orlando, Silvia por Ana, y Pepe y Raquel por Ainhoa y Nico, convirtiendo a la polémica pareja en la tercera finalista.

Los foros no han tardado en echar a arder en contra y a favor de la decisión de Pepe y Raquel en salvar a Nico y Ainhoa. Para muchos, Pepe había actuado estratégicamente para salvarlos, pues tras oír los abucheos de la gente pudo adivinar la poca aceptación que tienen, que son los menos fuertes de cara a la final de la semana que viene. Por esto mismo, muchos aseguran que Pepe ha perdido muchos puntos, que no le van a votar porque esta vez se ha pasado. Y yo me pregunto ¿De verdad son personas que iban a votar a Pepe o simplemente han aprovechado el momento para atacarle? Vamos a partir de la premisa de que es cierto, que Pepe actuó por estrategia. ¿Acaso no es eso lo que gusta a la audiencia que le ha salvado durante todas las semanas de reencuentro? ¿Acaso no fue exactamente eso lo que hizo en su edición con Raquel Abad, a la cual salvó y dejó que llegase hasta la final? Pero hablando de estrategias, ¿Acaso no ha sido otra estrategia por parte de Jorge y Silvia dejar que prevalezca la opinión de Pepe?

Bien es sabido por todos que Pepe y Raquel han tenido, pese a todo, mucho trato con Nico y Ainhoa. Raquel parece sentir cosas extrañas por el italiano y Pepe ha tenido un tira y afloja con Ainhoa que fue interrumpido por una discusión, y que aún con eso, él ha intentando recuperar. Es tal el “cariño” –entendido como ese cariño que se puede tener dentro del concurso-, que ambos sienten por los de GH5 que ya Pepe, un mes atrás, llegó a decir que en caso de no ganar, le gustaría que fueran ellos los vencedores del reencuentro –cuando entonces la mala malísima Melania ocupaba los argumentos principales y Ainhoa nos parecía hasta buena-. Por tanto, con la situación actual ¿Quién puede jugar la baza de la victima? Pepe, Raquel, Nico y Ainhoa no pueden. Estratégicamente hablando, los más interesados con este resultado son los propios Jorge y Silvia. Tal vez por eso cada uno de ellos votó por una pareja diferente, para evitar un empate, ya que podían adivinar a quién iban a salvar los de GH7. Ahora esta semana pueden decir que se sienten separados del resto, como ya hiciera Ángel durante las últimas semanas de GH11, y justo en la semana dónde se la juegan.

Por esto mismo, yo soy de los que perciben estos mismos sucesos del otro lado. Estratégicamente no ha sido un buen movimiento por parte de Pepe, por lo que creo que él lo ha hecho guiado más por sus preferencias personales que por cualquier estrategia, con abucheos o no. Él los ha salvado porque los quiere de verdad ahí dentro. Disfruta de la compañía de Ainhoa, de sus puyas con doble sentido, de sus pícaras miradas. Y ni qué decir que Raquel siente pasión por el italiano.

Ya acaba todo. El reencuentro llega a su fin y el próximo martes tendremos pareja ganadora. Muchos ya están apostando por Silvia y Jorge, y es muy probable que ganen por dos motivos. Uno por que mucha gente no está dispuesta coronar a la misma persona dos veces y segundo por que Pepe ha salvado a Nico y Ainhoa. El voto útil en contra de GH5 se concentrará en ellos. La pregunta es ¿Ganan por méritos propios o por fallos del resto? ¿Volveremos al ganador por descarte? Nico y Ainhoa eran necesarios hasta este punto. Ya lo dije la semana pasada: las historias necesitan de sus malos, y cuando éstos caen al final de la película, ésta es mucho más emocionante. Más allá de esto, no tienen casi ninguna posibilidad de ganar. Y ya nos quedamos con Pepe y Raquel. Para mí los merecedores del premio –más por él que por ella, las cosas como son-, y deberían ganar porque han dado juego, han dado que hablar, han divertido al público y, sobre todo, se han convertido en los protagonistas indiscutibles de esta edición especial, pues la final no será a tres parejas, será los anti-pepes vs. pro-pepes, siendo Silvia y Jorge los elegidos por los antis para echarle un pulso… Tal vez Pepe no gane, pero la batalla será emocionante. En realidad, la batalla será contra él mismo.


1 comentario:

  1. Ayer por fin pude apoderarme del mando de la televisión desde las 23 y ser testigo de como Pepe tiraba piedras contra su propio tejado. En lugar de aplicar la máxima de "divide y vencerás" salvando a cualquiera de las otras dos parejas, decidió que llegaran a la final los menos queridos (no me gusta la expresión de los más odiados)

    Yo creo que ganarán Jorge y Silvia porque Pepe se ha echado los perros a si mismo y porque hay, a mi juicio, una cierta deuda moral con estos dos concursantes de la primera edición. No me parece mal que resulten los vencedores, no obstante, encuentro algo injusto que sean ellos por el hecho de que han convivido muy poco y por lo tanto no se han podido quemar tanto como el resto.

    En fin, cuantas ediciones no hemos visto en las cuales el ganador es por descarte y no por méritos. Los polémicos venden pero (casi) nunca ganan.

    Por cierto, la Milá, con todo lo que me gusta, va siendo hora que se tome unas vacaciones y que se desfogue un poco.

    Saludos

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