Por la Virgen Santiña ¡Qué gane Pilarita!


Por fin acaba esta edición de Gran Hermano tan larga y tan llena de giros. Es bastante complicado resumir todo lo que ha pasado. Empezamos con esa guerra entre ‘feos’ y ‘bonitos’, la inquebrantable pareja formada por Arturo e Indhira, ese Hans provocando el cambio de poder con Toscano, la expulsión de los ‘feos’, ‘bonitos’ convertidos en malos, llegada de los repescados, tríos amorosos, el vaso de agua, los follaamigos, para al final acabar con la familia feliz y el autista. Ya veis, nada es lo que era al principio.
Todo esto ha contribuido a que esta primera edición de la nueva era –aún sigo sin ver dónde está la diferencia- haya terminado como lo va hacer, con una casa con tres personas sin autenticidad, sin grandes méritos para alzarse con ese preciado botín, o mejor dicho botines, ya que este año los tres tienen premio.
A pesar de eso, no cabe duda que ha sido una gran edición, dónde si algo cabe resaltar es que ha batido récords. El primer récord, posiblemente el hecho de que lleve once ediciones (Y que nadie dude que habrá más), pero ha habido otros a tener en cuenta. Esta edición es la más larga de la historia del programa, ha sido la edición en la que más concursantes han participado, con un total de veinte, una de sus concursantes se llevó la palma en el porcentaje de votación para su expulsión con un 95% de los votos, hubo dos expulsiones disciplinarias y dos nominaciones directas y para remate, es la primera vez que alguien llega a la final sin haber sido nominado (y en la edición más larga, que ya es doble mérito). Todo esto ya forma parte de la historia de Gran hermano.
El miércoles la casa se cerrará, pero antes queda lo más importante: decir quién gana. Posiblemente todos sabemos quién va a ganar. Este año tampoco habrá sorpresa. Pero su ganador se alzará con el botín por puro descarte, más que por haber conseguido eso tan difícil de enamorar a la audiencia. Yo ya lo doy por perdido. Ganará Ángel muy a mi pesar. No obstante, y aunque no sirva de nada, hoy escribo esta entrada para hacer campaña para que eso no suceda. Y como es imposible que cambie una opinión, pues apoyo la opción más difícil: la de Pilar.
Sí, quiero que gane la mujer adolescente, sumándome así a esas plataformas que circulan por foros y el gato que quieren llevar el surrealismo de esta edición hasta sus últimas consecuencias. ¡Por una final con UVI Móvil! Como tienen algunos por lema (si es que somos malos a rabiar). Sé que no ha hecho nada para merecer tan semejante premio, y encima estamos ante la primera expulsada que fue más tarde repescada. Y ahí otro de los motivos por los que quiero que gane. Los finalistas se lo merecen tan poco, han llegado ahí sólo porque hemos odiado a otros más que a ellos, que si gana Pilar, el botín es menor, ya que sólo recibirá la parte proporcional a su estancia en la casa… y luego, esas caras de todo el mundo a ver como la mujer de cargado imposible se echa al suelo, llorando mientras se encomienda a los santos y entrando en un bucle del cuál no saldrá en toda la noche. Eso si no le da un patatús y tienen que llamar a los del SAMUR para reanimarla. La final más surrealista para la edición más disparatada. Sí, qué gane Pilar.
La otra opción, apelando a la lógica, sería Saray, hija de Pilar. Saray ostenta uno de los récords de esta edición, la concursante que jamás ha salido nominada, y eso al final le hace un flaco favor. Nadie ha tenido que defenderla nunca, por lo que llega a este punto crítico sin un público detrás que la apoye. Pero al menos sí tiene méritos para ganar, aunque no lo consiga. No es una gran estratega, Saray ha cambiado la estrategia semana a semana y muchas veces las cosas le han salido por pura carambola. No obstante, supo descartar las cartas perdedoras antes de que la mierda le salpicase, cogiendo otra de la baraja que la ponía de nuevo en una situación de seguridad. Incluso en la semana en la que matemáticamente caía en la terna de nominados, Saray consiguió salvarse. Vivió en la casa espía, pasó a la once dónde sufrió el yugo de los ‘feos’, apoyó a grandes favoritos y retiró dicho apoyo en momentos críticos (Muchos nos acordamos de ese punto que no dio a Carol para ayudar a Indhira, y una semana después, ya sin la ganadora, digo la malagueña, sí se lo decidiera dar), entró en brote convencida que Gerardo era Bruno, viajó a Italia y se “enamoró” (Si es verdad o no, no lo sé). Esto hace que haya sido una concursante muy completa, a quién inicialmente hubiera apoyado. Pero ¡Es que quiero una UVI Móvil en la final!
La última opción, la que sucederá, la que menos me gusta, la que detesto, es que gane Ángel, el “Paz y amor”, el ONGel, el Zen-Utrio, el perroflauta. Sus méritos se reducen a ese bienqueda perpetuo que ha tenido muy mal disimulado. Ha metido mucha mierda en la casa sin que se notase y ha sabido estar muy comedido en momentos clave. Siempre ha defendido esos valores humanos tan populares, llegando incluso a comerciar con el premio final antes de obtenerlo, con el único objetivo de sumar puntos de cara a la audiencia. Dice llevarse bien con todos, pero no ha sido así. Con Hans empezó a discutir sin explicación lógica. Simplemente se puso en su contra porque las actitudes del madrileño no le gustaban. Por supuesto, Ángel jamás se paró a pensar porqué Hans actuaba así con aquéllos que tenía en contra. Si el Zen tenía que posicionarse, siempre lo hacía en contra de su amigo. Esto fue el inicio de mi rechazo hacia el personaje que Ángel representa. A mí el: “No me hables” a Lis no me importó mucho (Yo le hubiera dicho lo mismo, aunque claro, no hubiera intentado vender un falso enamoramiento, el mismo que ahora critica a Gerardo). El Zen siempre tenía palabras para todos. Siempre había charlas que tenía que mantener con sus compañeros, dónde les diría todo lo malo que tenían y que no le gustaba, como una especie de justiciero o guardián de la moral. Luego se acobardaba. Jamás se sentó con ninguno de ellos. Y mira que criticó a Arturo por su comportamiento con Indhira (Y no era amigo de la chica). Su actitud con su supuesto amigo Gerardo tampoco lo entiendo. Gerardo es insoportable, pero lo ha sido siempre y Ángel parecía entenderle. Sin embargo, de repente dejaron de ser amigos y el Zen ha empezado a vender esa imagen de víctima tan popular para ganar. Se ha tirado una semana sin hablar con nadie, vistiendo incluso como si fuera un vagabundo… ¿Por qué ese aspecto demacrado? ¿Para dar pena? A mí no me cabe duda en que así ha sido.
El miércoles ganará Ángel, si el año pasado ganó el mal, éste gana el descarte. Ganará Ángel por su falsa apariencia de buen tío y enrollado. Pero a mí no me gusta. Yo quiero que gane Saray aunque me decepcionase en muchas ocasiones… Que gane Saray por descarte de lo que queda, porque no compro el resto de personajes… aunque, como bien he dicho, ¿Por qué no llevar el surrealismo hasta las últimas consecuencias? ¡Votemos a Pilarita!


2 comentarios:

  1. Eres muy fuerte pal'body. ¿Qué gane Pilar para que le de un papatus? aajajaj La verdad es que estoy contigo en cuanto a que estamos con una final descafeinada... pero de ahi a que gane pilar... Estaría gracioso, no digo que no. Y la cara de todo el mundo... pero no creo que suceda. madre e hija ya se llevan 100.000 euros y el gusto de estar juntas. que se den por contentas. Angel ganara porque no hay nadie capaz de plantarle cara... Ahi falra un arturo, una indhira, una tatiana, o si me apuras, una nagore... ¡Ah, no, que los expulsamos!

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  2. Vamos a ver, esto son como las relaciones sentimentales. A (casi) todos nos gustan los macarrillas, las cañón, los canallas pero al final acabamos con los serios y responsables (en teoría).

    Aquí lo mismo, nos gusta ver polémica y gente conflictiva pero precisamente por esas conductas son odiados o queridos y tienen gente que quieren que sean expulsados. Solución: ser neutral como Suíza, y es que ha habido pocos ganadores (por no decir ninguno) que hayan sido carismáticos o provocadores.
    Javito le ganó a Patricia y Raquel, Ismael a Ania,.... Creo que sólo se salva Rosita.

    Lo mejor ayer fue el anuncio por debajo de que Karmele Marchante era descalificada, y el alegato en su defensa de Mercedes Milá que no recibió el aplauso del público que se esperaba ( y eso me alegra porque demuestra algo de cordura)

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