Las letras sin sentido



Cuando uno se pone la obligación de escribir todos los días, ya bien sea una entrada en el blog, un relato o bien continuar la novela correspondiente, se da cuenta que existen días en que las teclas del teclado no son más que una maraña de botones carentes de significados que, ni uniéndolas en el orden lógico, consigue que tengan sentido.

Se nos ha ido la musa, la inspiración se ha marchado de vacaciones, y nosotros, junta letras aficionados, quedamos apostados enfrente de la pantalla tecleando no sabemos qué, pero tecleando. Ante todo hay que escribir, lo que sea, y aporreamos los botones para formar frases que no tardarán en ser borradas. A veces hasta las páginas enteras.
Relatos que empezaron y no terminaron de nacer, sentimientos que se plasmaron y luego no se compartieron, palabras olvidadas y borradas de este casi siempre papel virtual que no llega a imprimirse.

Hoy escribo a mi musa, ésa que se fue de vacaciones y que aún no le ha dado por volver, la escribo con estas palabras, posiblemente carentes de sentido, para reclamarle la vuelta al trabajo. Yo ya estoy aquí desde hace unos meses... y ella, infiel y traicionera, aún vaga por parajes desconocidos. Espero que al menos, cuando vuelva, venga cargada de las aventuras que debe escribir a través de mis dedos, que las letras del teclado vuelvan a tener sentido, y que su viaje, allá donde le haya dado la ganar ir, le haya satisfecho lo suficiente para no volver a marcharse... al menos por una buena temporada.

Mientras regresa -hoy me llegó un e-mail de ella avisando que ya estaba preparando las maletas- esta mañana me he puesto enfrente del ordenador para escribir esta entrada de letras sin sentido, y la verdad, para no decir nada he dicho más de lo que pensaba. Tal vez ha llegado sin avisar y no me he dado cuenta, o a lo mejor otra se ha colado en su ausencia y está flirteando conmigo. Sea como fuere, con una o con otra, esta semana tengo las tardes para mí solo y por éstas que continuaré juntando letras para avanzar en la historia que implora el boche final. Tengo una sensación extraña y gratificante y el cartel de "No Molestar" preparado para colgarlo en el pomo de la puerta... perdóname, musa, pero ahora el infiel seré yo.



1 comentario:

  1. No hay duda que tu musa sigue latiendo fuertemente solapada tras tus recientes miedos,pero estas letras sin sentido cmo tú las llamas son sin duda tu inspiración sui generis,la que siempre ha dado vida a tus letras. Tal vez la hayas tenido algo extenuada estos tiempos y esté algo holgazana pero la sensibilidad que muestran tus dedos al teclear son un clara muestra de que sigue ahí, vivita y coleando...dale tiempo y verás como resurge de sus cenizas. Besos de una dolorida yola berrocal....

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