21 días en la cárcel

Samanta Villar durante su reportaje 21 días viviendo en un barrio chabolista.

Hace unos meses, en la temporada pasada, pudimos ver en Cuatro un nuevo docu-reallity del estilo de Callejeros pero con un aliciente más. Un programa que daba otro paso en el camino de conocer las situaciones más adversas de algunas personas, poniendo en la piel de la periodista la situación que trataba. El programa; 21 días, y la atrevida reportera que se ponía en el pellejo del tema a tratar; Samanta Villar.

El programa, que regresa este viernes, se convirtió en una nueva seña de identidad de Cuatro, en una gran revelación de la temporada, levantando la polémica que tan necesaria es para triunfar hoy en televisión. Samanta se puso en la piel, durante 21 días, de los vagabundos, llegando a dormir en la calle y cajeros automáticos, pasó otros 21 días fumando porros, hablando sobre la mariguana desde los dos puntos de vista enfrentados, estuvo otros tantos días sin comer para acercar la realidad de las personas que sufren de anorexia...

Hubo quién aplaudió a la temeraria periodista, otros la criticaron por buscar lo morboso para obtener una audiencia fácil... fuera como fuese, Samanta llamó suficientemente la atención hasta tal punto que consiguió datos extraordinarios para la joven cadena de Prisa en la complicada noche de los viernes (Siendo, si no recuerdo mal, el reportaje sobre la vida en un barrio chabolista el más visto)
Precisamente ese reportaje, el que obtuvo más audiencia de la pasada temporada, ha saltado a la actualidad en estos días... y curiosamente a falta de cinco días de la vuelta del programa. En aquel reportaje, Samanta se fue a vivir durante 21 días con una familia gitana en uno de los barrios chabolistas más famosos de Sevilla; salió a pedir dinero, no comió cuando la familia en cuestión se quedó sin comida, vendió en el rastro... vamos que se comportó como una gitana más poniéndose en la piel de esta familia con todas sus consecuencias. Samanta no se privó de nada, vivió los 21 días de una manera muy intensa... llegando incluso a ser partícipe del robo de unos hierros a una fábrica para después venderlos y así poder comprar comida. Samanta se convirtió en cómplice, quien permaneció en la furgoneta hasta que su ‘familia’ regresó con el botín para proceder a huir antes de que los descubrieran.

Precisamente las imágenes, donde ella espera, han sido las causantes para que los dueños de la fábrica pudieran identificar a la familia que les robó y ahora, la periodista de investigación se encuentra imputada por cómplice.
Samanta cometió un delito, eso no se puede negar, lo hizo con carácter informativo y sin ánimo de lucro, afirma la cadena. Es más, tras el escarnio al que están sometiendo al programa tras esta información en algunos medios, Cuatro se ha apresurado a responder que dichas imágenes se pusieron a disposición de la Guardia Civil en el acto, tras la finalización del reportaje. Sin embargo, ¿El fin justifica las causas? Si mañana Samanta quisiera hacer un 21 días robando, la función informativa contrarrestaría la delictiva. Por otro lado, la familia gitana que acogió a Samanta se ha encontrado con un problema. Ellos, robar iban a robar, con reportaje y sin él. No obstante optaron por cobijar a la periodista en su casa, aunque seguramente cobrando por ello. Ellos fueron los cómplices de la periodista para que pudiera hacer su programa, y ahora las imágenes que grabó les pone en un nuevo aprieto, una pena más que, para Samanta como mucho se saldará en una sanción económica pero que en ellos se traducirá en cárcel, más si contamos que ya tenían antecedentes penales. ¿Esto no podría buscar un problemilla a la intrépida Samanta? ¿Tal vez no acarreará dificultades de cara a próximos reportajes donde se bordee la ley?

Sea como fuere, puede que esta nueva situación dé una idea a la periodista y el próximo 21 días sea en la cárcel, acercándonos a todos esta realidad. No obstante, con prisión o sin ella, y según pienso más en la oportuna noticia, diría que la filtración responde a un interés de promocionar la segunda temporada por parte de la cadena antes que intentar devaluar la imagen del programa, ya que, según he podido leer en varias páginas Webs, el tribunal de Sevilla ya había llamado a declarar a Samanta hace unos meses, además de que el juez encargado del tema ya disponía de la declaración voluntaria que hizo tras finalizar el susodicho reportaje, por lo que estos datos tampoco son de rigurosa actualidad. Por tanto ¿Qué pretende la noticia de Samanta imputada por cómplice en un robo durante el programa? ¿Levantar la curiosidad de lo que será capaz de hacer este viernes? Porque claro, Samanta fue una revelación la pasada temporada, pero en ésta se enfrenta al ya de por si fuerte Dónde estás, corazón y el arrollador Sálvame Deluxe. ¿Noticia real o truco publicitario?

 

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