Jódete



Hoy no podía empezar de otro modo que éste, poniendo por título a esta entrada el mismo que la canción de Lily Allen que tantas traducciones ha tenido y que tantos vídeos ha generado. Además me viene perfecto para hablar de un tema tan sumamente relacionado con el tema de esta canción y que, como muchas veces, salió a relucir en el último encuentro familiar.
El tema de la homosexualidad es un tema bastante ocurrente para llenar las horas de las comidas y cenas. En su tema que genera mucha opinión, y muy dispar, donde parece que no existen términos medios. O estás a favor o en contra, provocando un eterno debate que a mí se me antoja a veces hasta absurdo. Porque ¿Qué importa con quién se acueste cada cual? ¿Acaso los temas propios de la alcoba deben ser un pretexto para el escarnio público?
A pesar de la suerte que tenemos hoy de gozar de una sociedad un poco más liberal, es curioso ver como con los siglos la mentalidad humana se ha ido cerrando. En la Grecia antigua las relaciones sexuales con personas del mismo sexo eran practicadas de un modo abierto, y poco a poco, con la llegada de la maldita Iglesia, se fue desaprobando este tipo de relaciones, provocando la estrechez mental que aún hoy colea por muchos sitios.
Hoy se va ganando terreno a este problema, parece que vamos recuperando algo de la mentalidad de antaño, aunque aún queda lejos el día en el que optar por una opción u otra no suponga motivo de debate. Todavía, con todos los progresos, o tal vez sería mejor decir "re-progresos" –haciendo referencia a volver a alcanzar algo que ya teníamos-, sigue existiendo este problema de fondo. Y aunque entiendo que para hacer una digna reseña, habría que extenderse mucho para tocar todos los factores que así lo determinan, hoy, para evitar enrollarme más del tiempo que dispongo para ello, sólo haré mención a varios comentarios que actualmente se repiten, a veces camuflados bajo un aparente prisma de tolerancia, aunque el comentario en sí va teñido de ciertos prejuicios.

El hecho que se esté intentando normalizar la condición homosexual ha provocado que mucha gente diga e interprete que hoy hay más gays que años atrás. Todo debido a que este colectivo ha armado tanto ruido en las últimas décadas que se ha impregnado en el ambiente una cierta sensación donde todo es así. Mucha gente ni siquiera se para a pensar que, tal vez hoy se vea más porque no existe ese motivo para ocultarlo, que en realidad sigue habiendo la misma proporción de población homosexual que lo pudo haber durante el siglo pasado, y que ésta ha tenido la suerte de no tener que esconderlo.

Ya se riza el rizo cuando a este comentario se añade otro: Hay más gays porque está de moda. Esto ya no sólo es absurdo y ridículo sino que es de imbéciles pensar que una persona determina su orientación sexual cómo si fuese a elegir el color de una prenda. Me gustaría que aquél que piense eso, que un chaval de quince años se hace gay porque es lo más cool, intente ponerse en la mente de este chaval. Un chaval en edad difícil, la pubertad, que vive en un mundo gobernado mayoritariamente por una población heterosexual, en una sociedad donde se ha vertido ciertos prejuicios sobre la otra opción (poligamia, enfermedades, rechazo...) que intenten imaginarse, por un instante, qué pasa por la mente de ese chico o chica que se ve y siente diferente, y que asuman el mal trago que tarde o temprano tiene que pasar cuando se sincere a los más cercanos, y viendo lo mal que lo pasarán al descubrirlo, de lo cual se sentirá responsable (Y todo por prejuicios que nosotros mismos hemos creado) ¿De verdad hay alguien que cree que es gay porque Jesús Vázquez sea popular?

Hoy es raro que hable de este modo. Quien me conoce sabe que mis entradas en este aspecto van por otros derroteros. No apruebo el día del orgullo, considero poco apropiado los amaneramientos excesivos, la burda imitación a una mujer que no existe, muchas veces he manifestado que creo que existe gente que se refugia en el colectivo homosexual porque es uno de los pocos que abre sus puertas a personas que sufren rechazo... Pero ser homosexual o no jamás viene del resultado de una moda. Entiendo que ahora, al verse más en televisión, parece que está más presente en nuestras vidas diarias, siendo más difícil mirar para otro lado. Incluso entiendo que haya gente a quien no le guste... pero de ahí a decir que es moda, y que con el tiempo pasará como los pantalones de pata de elefante, me parece ridículo, incluso ofensivo.

Que cada uno haga su vida como quiera, que no se meta en la de los demás, y así seremos todos tan amigos. A ver si empezamos a preocuparnos sólo de lo que de verdad importa, porque centrarnos en si Fulanito se acuesta con Menganito, me parece completamente irrelevante. ¿Qué no te gusta? Pues te jodes, pero ese asunto a ti no te concierne.

No hay comentarios:

Publicar un comentario