Las grandes putas de coños escocidos



Putas, zorras, gilipollas, coños abiertos, soplapollas, rabos dando por culo... ¿Sigo? Lo siento, pero esta entrada no está dedicada a hablar con toda esta estirpe de gente, sino para hablar de este tipo de vocabulario.
Me he dado cuenta, tras leer en algunos blogs de actualidad, relatos y poesías, como a muchas personas les encanta utilizar este tipo de lenguaje. Sus entradas están repletas de vocabulario obsceno, mal visto, de éste que no aprueba el protocolo. Muchos lo usan para expresar rabia, ira, para salirse de lo políticamente correcto. Les gusta hablar mal. Es más, hasta hacen alarde de su vocabulario. Se consideran transgresores, rebeldes que atizan con su agudo aguijón a todo lo que se les pone a tiro, hablan así porque aseguran querer hacerlo, no por ninguna limitación cultural, y ven en este tipo de registro la liberación que tanto necesitan para expresar el mensaje que quieren lanzar al mundo... o eso dicen.

Para mí, existe una justificación para el uso de los vocablos malsonantes cuando la situación lo requiere, pero cuándo su uso se hace de un modo exacerbado, diría que no persigue tanto la necesidad de expresar algún tipo de rabia o indignación, como la simple búsqueda de protagonismo.
No hace falta que se diga que palabras como las citadas en el título de hoy sirven de gran reclamo para los lectores, tanto diarios como ocasionales. Entrar en un blog y leer Las grandes putas de coños escocidos, seguro que hace que uno se detenga, al menos por un momento, para saber de qué se está hablando, qué ha pasado para que se diga algo así. Ahora, no sólo sirve de reclamo. Otras muchas personas utilizan estos modos de expresión para levantar la polémica, para que hablen gratuitamente de ellos. Escriben sobre lo incorrecto, lo apoyen o no, sólo para levantar ampollas y crear un movimiento en contra, mantener así vivo su blog, aunque sea a base de jarabes de palos. No hace falta más que citar blogs como el del Dani El Sucio, quien recurre a los insultos gratuitos de una manera pasmosa (Aunque últimamente anda más comedido), para entender a qué hago referencia.

Personalmente me parece triste, triste querer sobresalir como un mal ejemplo de la sociedad, o como un mal hablado sólo para hacerse notar. Sé que hay quién dice que existe la elegancia en este tipo de lenguaje (Vale, no dice que esté en las palabras sino en las estructuras de sus frases malsonantes) pero yo sigo sin verla. Una cosa es darte el gusto de ser ordinario un día, pero cuando todo lo que dices va siempre en la misma línea, entonces no es que escribas de un modo vulgar... es que eres vulgar.
En honor a todos ellos, aquí la demostración de que todos podemos ser políticamente incorrectos:

Estaba harto. Me la había follado de todas las formas posibles, había metido mi polla en su coño tantas veces que ya no sentía ni siquiera cómo la penetraba. Y encima no me gustaba. Aquella gorda asquerosa me había estado persiguiendo desde hacía mucho tiempo, y si no me hubiera fallado la guarra que aquella noche tocaba ni me hubiera molestado en mirarla. Pero quería follar, y su coño gordo me vino como caído del cielo. Ahora, después de haberme corrido en cuatro ocasiones, con ella sobre mis piernas pidiendo aún más guerra, sólo pensaba en una cosa: sacar mi rabo de su chocho arrugado y mear encima de su cara.

4 comentarios:

  1. Telita tu post de hoy, aunque no te falte razón, espero que no te haya incitado este post mi poema de anteayer, a veces, no existen palabras adecuadas ni están inventadas para expresar un sentimiento de frustración, Pero sí, coincido contigo en que utilizar un leguaje mal sonante de manera repetitiva al final tiene por resultado no transmitir al lector el verdadero dolor que se oculta, si es que lo hay, y quedar únicametne como una guarrada dicha sin mensaje alguno. Besos, y espero no disgustarte cuando la mala leche me aflore. Eva

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  2. No, mujer, no iba por ti y tu poema. Vale que en ocasiones puedes ser muy mal hablada, pero suele ir acompañada de un sentimiento. En esta entrada afirmo entender que se haga uso de esas palabras en ese contexto, pero cuando uno lo escribe sólo para hacerse notar, como reclamo para ganar adeptos al peor estilo de Risto Mejide, es triste y es inexcusable

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  3. Muy bueno tu post... Te invito a que leas el libro que tenemos en EL CAFÉ DEL AUTOR titulado "Somos sexo" del autor Carlámpio Fresquet y que dejes tu comentario, tu opinión. La descarga del libro es gratuita.
    saludos campeón...

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  4. Pues habrá que echarle un vistazo a ver de qué va el libro. Gracias por entrar y comentar Saludos!

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