¡Revolución!



Llevaba tiempo buscando un tema con el que poder regresar al blog y por fin, tras los sucesos de este fin de semana, he encontrado algo que ha llamado lo suficientemente la atención como para volver a golpear las teclas del teclado.

El próximo domingo estamos llamados a las urnas otra vez, en esta ocasión para elegir a nuestros alcaldes y presidentes de nuestra Comunidad Autónoma, y el dilema está en la calle otra vez. Con la que está cayendo, con esta crisis fortísima que no cesa, esta falta de trabajo desmesurada y todas las necesidades por las que pasa el país, ¿Cuál es la mejor solución? ¿Merece la oposición el voto por castigo a quién está en el poder? ¿Merecen los que están un voto de confianza para resolver lo que a corto plazo parece imposible?

Son muchas las preguntas que están en el aire, aunque yo me quede en dos, dónde ninguna respuesta parece asomarse, dónde un mundo de caos lo envuelve todo llenando de desconfianza y de miedo el futuro más inmediato. Y es que, por primera vez, estamos tomando consciencia de cuál es nuestro principal problema: nuestra democracia no tiene un buen estado de salud. Está enferma, algunos incluso temen que esté terminal, sin opciones de salvarse de una muerte lenta y dolorosa que se salde con varias generaciones arruinadas y en la más absoluta miseria.

Nuestro sistema democrático deja mucho que desear y tiene muy poco que ver con ése que debería estar viviendo en la España del siglo XXI. Nuestro sistema está anclado en el siglo XIX, y comparte más con aquel planteado y puesto a la práctica por Cánovas del Castillo que con uno más moderno y acorde a nuestros tiempos, dónde dos partidos de ideologías opuestas se alternan para llegar al poder. No hay nada que no se salga de ellos, y cualquier otro que intente usurparles el poder es rápidamente silenciado. PP y PSOE son enemigos y cómplices al mismo tiempo: enemigos en las urnas, cómplices en la barrera infranqueable para evitar que cualquier otro les arrebate lo que creen que es de ellos, haciendo que vivamos en un espejismo de la democracia. Así, hagan lo que hagan, nadie podrá detenernos. Es una carta blanca la que les da el estado Español para que hagan y deshagan a su antojo. Sólo tenemos que echar un vistazo al mapa de la corrupción en España para darnos cuenta que tienen una patente de corso para actuar sin castigo alguno. Ellos son los culpables de todo, y pese a ello los volveremos a votar este domingo por que ¿Acaso hay alternativa?


Mapa señalando puntos con corrupción detectada: condenada o pendiente de juicio. Más detalles aquí


Las últimas elecciones generales fueron un claro ejemplo de esto. El PSOE, bajo el lema del voto útil, consiguió poner a los partidos minoritarios bajo mínimos, con la amenaza de un regreso de la derecha más radical. Una derecha con un mal endémico en este país: una historia que oscurece la ideología y un único partido que unifica todo tipo de derechas: el PP. Así se asesinó a la democracia en España, reduciendo el abanico de posibilidades a sólo dos y haciendo creer que cualquier voto a otra fuerza política era tirarlo a la basura.

Ahora, con la que está cayendo y el sistema que hemos provocado, el problema está a la hora de pensar qué posibilidades tenemos para este 22-M. Dicen que si no eres parte de la solución, eres parte del problema, y es eso lo que pasa con PP y PSOE. El PP creó un país de especulación y el PSOE lo mantuvo hasta que se cayó por su propio peso, provocando la situación actual, por lo que ¿Qué hago? —se preguntan muchos como si no hubiera alternativa a los grandes, a los de siempre—.

Por suerte, España parece despertar de su letargo y algunas asociaciones de jóvenes han empezado a movilizarse bajo el lema “Democracia Real Ya” y el hashtag #nolesvotes, tomando por ejemplo la revolución de Islandia, una revolución -dicho sea de paso- que no ha trascendido en los medios de comunicación por miedo a que cunda el ejemplo en el resto de Europa. (Puedes consultar qué pasó pinchando aquí). Y como en Islandia, el pueblo se echó ayer a la calle para protestar por el sistema, pidiendo a la gente consciencia a la hora de votar, recordando que no somos mercancía ni de los políticos ni de los banqueros. Se exige un cambio, España lo necesita, y éste debe venir de nuestra mano, de las personas que estamos cansadas del monopolio político, del bipartidismo, del fantasma democrático que tenemos por sistema.

Ayer la gente se movilizó, y como era de esperar, la prensa no se hizo eco de la noticia, que actuó como si no hubiera sucedido. Telecinco hablaba del traspié de Lady Gaga en un concierto y comentó de pasada en su Web la concentración de personas en 50 ciudades españolas exigiendo un cambio. Para el País era unos cientos de personas antisistema, Cuca García Vinuesa afirmaba que pedían que no se votase al PSOE como si de una manifestación del PP se tratase, adulterando lo que ayer sucedió: el pistoletazo de salida de algo que debe ser grande. El inicio de nuestra revolución, con las redes sociales como único aliado para que la verdad trascienda en la gente.

Por la noche, un grupo de gente acampó en Sol, y la propuesta empieza a sonar fuerte en otros lugares para que hagan lo mismo y continuar armando jaleo, animando a todos a pedir el cambio, a no quedarnos de brazos cruzados. Llevamos mucho tiempo quejándonos porque esta juventud no hace nada, que comparte poco con aquella que se levantaba contra Franco. Pues ya ha empezado, aunque hoy el enemigo es otro. Este domingo no votes ni PP ni PSOE. Busca la alternativa de derechas o de izquierdas, la que más se ajuste a tu ideología, y salte del este camino de borregos. #nolesvotes #15mani #spanishrevolution

No hay comentarios:

Publicar un comentario