Actividad paranormal 2

Este domingo fui al cine con motivo de la festividad de Halloween y como era de esperar para ver una película de canguelo. Bueno, canguelo no es lo que siempre nos produce las películas de miedo, pero al menos lo intentan.

La película elegida fue 'Paranormal activity 2' -yo prefiero llamarla Actividad Paranormal, que para algo estamos en España-, segunda parte de una primera que no habíamos visto aunque poco nos importó. Lo importante era ver algo acorde a la fecha en la que estábamos y ésta parecía una buena opción.

Se trata de una de estas películas que están hechas con cámaras de vigilancia y cámaras de mano, como si intentasen dar un efecto más real. Carece de música, con muchas escenas en un completo silencio que te sumerge en una incertidumbre constante sobre lo que está pasando en la pantalla, dónde las imágenes de la vida cotidiana de una familia normal y corriente prevalece durante la mayor parte del tiempo: la hija tonteando con su novio, el matrimonio grabando los primeros pasos de su bebé, charlas coloquiales… Al principio no parece que sea algo más interesante a lo que podamos ver en cualquier casa, con la salvedad que sabemos que algo ha de pasar.

La película comienza con la llegada del recién nacido de la familia al domicilio, un chalet de ésos que ya quisieramos para nosotros, con el padre capturando con la cámara del vídeo domestico todo el evento. Una de esas grabaciones que todos padres actuales tienen prudencia de recoger para mostrarlo con el tiempo en las reuniones familiares: que si mira que guapo es el nene, que si qué tal está la mamá tras el parto, a ver como reacciona el perro con el nuevo miembro de la familia… lo normal, hasta que un día sufren un robo dónde les destrozan la casa aunque apenas se llevan algo. Este hecho es lo que marcará el verdadero inicio de la película, pues el padre de la criatura decide instalar seis cámaras de vigilancia para la seguridad de los suyos.

Son a través de estas seis cámaras, con algún añadido de los vídeos domésticos que hace la niña adolescente, como vemos la peculiar trama de Actividad Paranormal 2, que para añadir más ‘cague’ aseguran al inicio de la película que está basada en hechos reales. Que si noche 1, noche 2, noche 3... donde  los espectadores nos convertimos en testigos de lo que recogen las distintas cámaras distribuidas por toda la casa al más puro estilo Gran hermano.

Al principio nada es muy evidente. Una puerta que se cierra o se abre o el colgador que el niño tiene sobre la cuna girando solo, hasta que al final empieza a ganar fuerza. Hay que decir que es en los últimos instantes de la película dónde todo se descubre y se resuelve. Todo lo demás está dispuesto para generar tensión en el ambiente con la llegada de una presencia paranormal que no llega. Cada vez que enfocaban una imagen, todos permanecíamos atentos como quien busca a Wally para ver qué era lo paranormal de la escena. La mayoría de las veces no había nada, hasta que llega un punto que no la buscas sino que dejas que suceda. Es entonces cuando ésta te sorprende atronando la sala, sobresaltándote y acelerándote el corazón a mil por hora para que vuelvas a prestar atención.

No esperéis ver a los fantasmas. Las cámaras no los captan, al igual que no lo capta el ojo humano. Después del primer sobresalto importante, la película gana velocidad e intensidad, hasta tal punto que la angustia se apodera de ti. Queda poco para que acabe, pero se hace eterno. Ahora eres tú quien quieres que finalice la película, que se resuelva de inmediato, que se descubra el pastel… y esto sucede, pero ¡Cómo sucede!

Cuando entré en la sala momentos antes de que empezase, dije a la gente que me acompañaba: “No recomendada a menores de 16 años. No esperéis gran cosa”. Me equivocaba.