Huelga total de Metro… y yo con la bici sin arreglar.

Ya ayer hablaba de la necesidad de irme de vacaciones, no tanto por el hecho de irme sino por dejar de tomar trenes, autobuses y metros. Un comentario que posiblemente estuvo propiciado por la huelga de RENFE del viernes y la de ayer de metro y curiosamente hoy, la huelga del suburbano ha alcanzado su máxima expresión con el cierre total de todas las líneas.

Cuando me he enterado, aún en casa preparándome para comer antes de coger el tren, me he quedado con una cierta cara de panoli pues en más de una ocasión he llegado a decir: “Si el metro no funciona, no voy a trabajar”. Me muevo únicamente entren y metro, desconozco paradas de autobuses de Madrid capital porque luego nunca sé dónde tengo que bajarme. Cuando alguna línea ha estado en obras, he buscado otra alternativa pero siempre dentro de lo que es el Metro. Línea 1, líneas 2 o incluso la 7, aunque tenga que andar un poco más. Pero metro para todo.

Yo no soy el único con esta dependencia. Por desgracia hay muchos usuarios que recelan del resto de medios y confían en éste por múltiples factores. De ahí que seamos tantos quienes hacemos uso de él y coincidamos las mismas caras sobre los mismos asientos, día tras día. Pues bien, hoy esas caras no se han visto. Todos los usuarios hemos sufrido una nueva jornada de huelga sin tan siquiera los servicios mínimos. Cerrado a cal y canto.

Todos nos hemos buscado la vida cómo buenamente hemos podido. A pesar de decir que sin metro no iba a trabajar, al final he ido ¡Como para no ir y me despidan! Las paradas de autobús tenían colas kilométricas, los taxis trabajando a destajo, ni uno en la parada, y la gente dándose codazos para conseguir uno cuando éste se detenía para dejar a otro viajero de metro sin servicio. En definitiva, un caos absoluto dónde casi nadie ha logrado llegar pronto a su trabajo, dónde todos han regresado tarde a sus casas y todo por la bajada de sueldo que han sufrido del trabajadores de Metro.

Tal vez, lo que peor me sienta de todo esto, de la huelga, el dinero que me he gastado en un taxi, la angustia de ver cómo todos corren para meterse dentro del autobús, es que no vale para nada. Ellos, como trabajadores, tienen todo el derecho de luchar por sus intereses, por su jornal de trabajo. Me parece perfecto como hace unas semanas hizo el sistema sanitario (con una huelga mucho más Light) sin embargo, la perfección de irse de huelga se pierde cuando, por mucho que hagas, el sueldo bajará irremediablemente.

Hoy han hecho ruido. Mañana harán más. Les descontarán de sus nóminas los tres días que no han trabajado y finalmente acabarán las jornadas de huelga y ¿qué pasará? ¿La comunidad cederá? No lo creo. ¿Habrá más huelga? Y en caso de ser así ¿Cuántas están dispuestos hacer hasta que la Comunidad no ceda? ¿Hasta qué punto están dispuestos a comprometer sus sueldos para reivindicar el 5% que les han bajado? Qué pena que todo el ruido de hoy y todas las molestias que están provocando a nosotros, los clientes, y los beneficios que están dando a los taxis, se queden en eso, nada más: molestias a los usuarios que les damos el trabajo.

PD: el próximo día continuamos con Los Viteri, que hoy quería hablar de esto. Rabiosa actualidad, que diria un periodista ;)