Ángel ganó el GH de Indhira

Ángel en la antesala de Gran hermano 12.

144 días dan para mucho y para lo que ha sido esta última edición de Gran hermano, mucho más. Ya acabó todo, lo hizo como sabíamos que lo haría en las últimas semanas de concurso, sin más sorpresas o vaivenes pronunciados como todos los que han sido protagonistas de este concurso.
Ángel, el buenrollista , el ‘paz y amor’, se proclamó vencedor con un amplio porcentaje de votos, sólo superado en otras finales por Pepe en GH7. Lo hizo, y no me cabe duda que fue sólo por eso, porque su competencia era sencilla de batir: una repescada y una concursante que jamás se la jugó en la sala de expulsión, por lo que el descarte, y quién no nos dice la poca participación de votos (ese dato hubiera estado muy bien conocerlo), hizo que este eterno ‘bien queda’ ganara de un modo tan aplastante, haciéndole pensar que había hecho méritos a tener en cuenta. Ya sé que Milá hizo hincapié en los apoyos que había concentrado el Zen en la página de granhermano.com, dónde fue quién más seguidores tuvo durante los cinco meses de concurso. Pero para mí, aquella pagina carece de representatividad. Sólo tenemos que irnos a la última edición de OT para ver cómo los concursantes que más apoyos tenían en idéntica Web fueron expulsados, dejando como ganador a uno que estaba ligeramente por encima de la tabla.
No hace falta que diga que no quería que Ángel ganase. He estado esperando su expulsión, aquélla que sólo tuvimos cerca en una ocasión y no supimos aprovechar. Pero no se produjo y los últimos sucesos de la casa, protagonizados siempre por otros, hicieron que él se llevase en ansiado y mencionado maletín, ése del cual prometió donar una parte a una ONG incluso antes de saber que era ganador. No obstante, a pesar de comulgar poco con lo que el profesor de pilates representa, reconozco que Ángel supo jugar. No fue el chico visceral que aseguraba ser. No, Ángel actuaba despacio, meditando cada frase, cada acción. No brilló como estratega, ya que no nos enseñó nada nuevo, sino que repitió clichés ya muy elaborados de otros ganadores, y supo serpentear y medrar con sigilo mientras los protagonistas de esta edición fueron desfilando delante de sus narices, o dicho de otro modo, supo estar callado cuando los demás se daban de hostias y hablar cuándo y dónde nadie podía darle su debida réplica, es decir: en el confesionario.
Supo jugar la carta de víctima en la recta final del concurso y además evitó que Tatiana la jugase cuando Arturo salió expulsado, instándola a no separarse del grupo e impidiendo que se quedase sola, posiblemente lo más plausible que ha hecho en todos estos meses. Intentó convencernos en su inicio que sentía cosas por Lis, en aquel papel obligado que le hicieron protagonizar, aunque sus sentimientos fueron inmediatamente eliminados a la primera de cambio. Se convirtió en juez y portavoz de la moral, siempre bajo un discurso poco creíble que casi ningún compañero se tragó, e hizo que afuera la mayoría diera por válida su manera de ver las cosas. Atacó sin reparos a los concursantes que consideraba más fuertes e hizo un populismo barato para ganar adeptos (Entre lo que destacaría los ‘confes’ contra Arturo para defender a una Indhira que no era de su agrado y, cómo no, el momento donación. Está muy bien donar dinero a una ONG, en Haití hace falta mucha ayuda ahora mismo. Pero eso se dice y se hace ya con el botín ganado, no cuando aún no tiene nombre). Fue muy inteligente y supo entretener en momentos puntuales con canciones, imitaciones y una retahíla de aventuras de cosas que le habían pasado a lo largo de su vida. No en vano, el perroflauta era un aficionado a los concursos de la tele –algo que criticaría a Gerardo más tarde-, por lo que algo de experiencia con las cámaras ya llevaba. Como curiosidad, al inicio de esta edición podíamos verlo en Telemadrid concursando en otro programa, intentó participar en otras ediciones de GH, e incluso en OT.
Aún así, aguantó como un jabato los 144 días, vivió, convivió, participó e incluso lloró. No sería quien más destacase, pero al menos aprovechó la experiencia como se merece y eso es suficiente como para poder ganar. Algo que, porque no, también se podía achacar a Saray, aunque sólo un 19% de la audiencia la apoyase ayer para ganar.
La ferrolana hija supo encajar la derrota dentro de lo que cabe, algo difícil después de que el programa les mostrase un vídeo poniéndose a parir mutuamente. Después de ese momento, como que es complicado felicitar a quién has visto criticarte. Pero Saray supo actuar y separar lo que sentía de lo que reclamaba el momento. También puede ser porque jamás se sintió ganadora, llegando a ver con más opciones a su madre que a sí misma, cuando ella exprimió la experiencia desde el inicio. Se lleva 70.000 euros, que tampoco está mal... Y en plató me gustó mucho cuando pasó lista para ver quién de sus compañeros no se había dignado a saludarla. Incomprensible la actitud de Nagore y Juan. Vale que no fuera de su agrado, pero tampoco protagonizaron importantes discusiones como para no levantarse a decirle: "Enhorabuena por el segundo puesto". ¡Ay, cómo pica la envidia! También me llamó la atención la cara de asco de Tatiana o los gestos de su "amiga" Laura, quién apoyaba incomprensiblemente a Ángel, a quien nominó, insultó y puso a caer de un burro. Parece que una vez fuera, la de Elche prefirió dejarse llevar por la mayoría en lugar de apoyar a su Zape, o su Zipi –quien fuera cada una-. Creo que así demostró que no había tal unión, algo que Saray descubrirá en los próximos días.
Su relación con Gerardo sigue siendo un foco de discusión. Nadie los cree a los pobres, pero cómo ella mismo dijo ayer, antes de que se liaran, toda la casa vaticinó el romance y cuando sucedió, todos lo criticaron. ¿Sospechoso a dos semanas de la final? Pues, sinceramente, si fue una estrategia, les salió mal. Gerardo hubiera tenido más opciones de llegar a la final si hubiera seguido fiel a Ángel, Pilar posiblemente hubiera sido expulsada en la última tanda y Saray hubiera cosechado más adeptos al quedarse sola –el papel de víctima hubiera ido para ella en la última semana-. Así que, estratégicamente hablando no hilaron muy fino con este amor, si es que era de mentira.
De Pilar, poco más qué decir. Nos quedamos con las ganas de la final surrealista. Estaba cantado.
Así se acabó la undécima edición del reality, como otras tantas veces con un ganador que se lleva el maletín pero que no será recordado con muy afán. GH11 tuvo mucho protagonistas que le han hecho sombra, concursantes que vivieron el concurso muy por encima de él, aunque eso les provocara la expulsión. Arturo, Tatiana e incluso una Nagore que apenas estuvo un mes fueron más protagonistas de los guiones del concurso. Eso sin contar con Indhira. Indhira I de España, la indiscutible protagonista de la edición, el motor de GH11 para bien y para mal. La malagueña no ganó, pero no me cabe duda de que este Gran Hermano ha sido el de ella: sus edredonig, su atauding, su vaso de agua, su ‘Zorra’, sus momentos de valentía en el que, sumidos en un caos absoluto, nos encontramos con ella, emergiendo de la nada para pisar fuerte en una casa que la repudiaba... Pero de Indhira ya hablaré la semana próxima. Esta entrada era para el perroflauta.
Por cierto, esta noche el debate final con la maestra de ceremonias... Seguro que hablan de todo lo que ayer se dejaron en el tintero.
 

2 comentarios:

  1. Parafraseando al gran Gabriel García Márquez, era la crónica de una final anunciada. Pilarita tercera y con menos del 2% de los votos, la gallega arrastrada por el odio generalizado que hay hacia Gerardo (a mí no me cae nada bien, pero al igual que pasa con las parejas de los amig@s, hay que saber separar) y Ángel ganador por descarte y, quien sabe, por guapo. Me encantó la reacción de Saray (aquí habla mi vena gallega también) al ver el video de las recriminaciones. Ángel no sabía donde esconderse, porque es cierto que ambos se dijeron cosillas, pero el 75% provenían del "perroflauta" y siempre después de haberse desahogado en el confesionario. La hija de la mujer de cardados imposibles demostró ser más auténtica en ese momento, al igual que en la gala.

    Repartir el premio antes de conseguirlo es una estrategia sucia y populista. Además, cuando venga Hacienda a recaudar su parte y vean que se reduce en un 37-43%, ya veremos si siguen siendo tan generosos.

    Lo mejor de anoche, y con diferencia, el momento de detrás de las cámaras de Mercedes Milá; cuanto me pude reír, y es que estará medio loca pero sigue teniendo ese gancho.

    Lo peor: el mal rollo entre los concursantes, con una Carolina y una Nagore que no soporto. La gran mayoría llevaba una cara de amargura por dentro que no me parece normal para tratarse, en el fondo, de un mero concurso.

    Si se preocuparan por lo realmente serio.............

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  2. Yo ya estoy esperando para empezar con el debate. Ya sabiamos todos que iba a ganar Angel. En parte se lo merecía, aunque solo sea en parte. Yo con lo que me quedo es que ha sido una edición mu completa. Cuando parece que ya no van a sorprender, nos dejan de piedra y este GH ha sido muy cambiante (El del año pasado fue hasta aburrido) Aquí hemos tenido muchos giros, sorpresas… y aunque se me ha hecho muy largo, ahora me da hasta pena que se haya acabado.

    En fin, que habra mas GH y ahí estaremos pare verlo y para comentarlo ;) Me ha gustado tu opinión. Muy completa

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