Carta a los reyes magos

Hoy he recordado que hace cosa de dos o tres años en el foro de una linkshell, en el cual participaba, (de esto pocos sabrán de qué va, pero que podríamos resumir en un grupo de personas que conectan por Internet para vivir juntos una serie de experiencias dentro de un juego online.) sugirió por estas fechas un tema de idéntico título a la entrada de hoy. Se trataba de una declaración de buenas intenciones para el año en el que entrábamos para los usuarios y el colectivo en general, y yo participé entonces aliñándolo con la visión más agria, es decir, tirando por tierras los propósitos propuestos como un augurio de lo que finalmente sucedió. El Gato Encerrado también tiene una entrada típica por estas fechas con el mismo título, aunque en este caso, el felino se dedica a pedir por los concursantes de Gran Hermano para que no tengan las carencias que detecta. Pues bien, hoy, tan navideño como estoy este año, he pensado en hacer lo propio para este blog y hacer mi propia carta para este 2010.

Y voy a empezar a pedir para los políticos, ya que pedir es gratis y más si se pide a seres de leyenda. Lo primero que les pido es que traigan para el 2010 un nuevo kit de mentiras o medias verdades para Zapatero, ya que parece que al 'presi' se le están acabando las excusas sobre la recesión económica y el aumento del paro. Para su amigo Rajoy, un país para que al menos gobierne algo (Ya que tiene cara de no mandar ni en su casa) y que además, ese país esté lleno de gente dispuesta a creerle, ya que aquí no estamos mucho por la labor. A Camps, un traje.

En cuanto a la tele, voy a pedirle a los reyes que este año no vuelva Operación Triunfo. Que le den el descanso que necesita para que Telecinco no se lo cargue del todo y que cuando lo haga, pueda hacerlo con energías renovadas. Si es posible, que reduzcan sus cuatro horas de duración a sólo dos, eliminando así todo ese merchandaising que tanto me satura, y que se dedique sólo a la música. Respecto a Gran Hermano, como esta edición ya ha perdido todo aliciente (¡España te quiere, Indhira!) pues voy a esperar a la próxima edición y le voy a pedir un concursante que me llene y me haga sentir como pocos han logrado, y al ser posible, que gane, que uno ya se está hartando de ir siempre en el lado del perdedor. Para la Sexta, le deseo una cadena que quiera fusionarse con ella, y a Cuatro le voy a pedir que mantenga la identidad que ha tenido hasta ahora, que para ver Telecinco, ya tenemos a la cadena "amiga". Para TVE, una serie o programa que no tenga nada que ver con los años de antaño. Como deseo genérico, que emitan más películas buenas, y menos domingueras, y que no nos cambien la programación de las series sólo para poder enfrentarlas contra otras de la competencia.

Respecto a los videojuegos, voy a rezar para que Final Fantasy XIII no se retrase, que llegue según han prometido, el 9 de marzo, y que sea el inicio del resurgimiento de la saga. Que marque el antes y el después, y que pueda tapar las bocas de todos los que no dejan de criticarlo cuando aún ni ha salido aquí. También voy a pedir por el XIV, que llegue cuando nos dijeron, y que lo haga en español (Esto es casi una utopía, pero quien sabe y por pedir que no quede) que sea más fácil que el XI y que me dé, al menos, buenas horas de juego como hizo su hermano en la versión online (Y al ser posible, una nueva linkshell con viejos y queridos amigos: Eleon, Roury, Moix, Azuky, Lespadin, Bruzner... sin ellos, la aventura nunca hubiera sido la misma). También tengo buenos deseos para Heavy Rain, que siempre se agradece que se apuesten por nuevos títulos en lugar de tirar de reediciones o sagas conocidas, que tenga una buena acogida en un trimestre tan complicado como el primero del 2010 y que los usuarios sepan valorar las innovaciones que nos traen.

En cuanto al blog, poco más puedo pedir. Que pueda continuar apareciendo por aquí con la misma frecuencia, y que los amigos que visitan, leen y opinan, se queden por una larga temporada, y que pueda ir sumando nuevos visitantes para que haya más opiniones para todos los gustos: en la diversidad está la clave.

Mis mayores deseos los reservo para Épsilon III y para el proyecto que irá inmediatamente después de él. Que el final de la trilogía guste a los que leyeron las dos primeras partes y que recuerden para siempre esta aventura que aún está pendiente de su final. Para el nuevo proyecto, el deseo más ambicioso, que no exista error en sus páginas y que se convierta así en el As de esta baraja, que me dé la oportunidad a todo este tiempo encerrado en mi teclado, que sea el primer paso en firme de este sueño tan antiguo. También, como anexo a este deseo, voy a pedir un poco más de entereza y esto ya para mí, que me dé la que no he tenido este año para evitar que la musa se pierda de nuevo a la primera de cambio.

A mis amigos de la Rioja, días libres para bajar a Madrid, y más días para mí para poder verlos. A los de Barcelona, más jornadas festivas para lo mismo. Para la familia, mucha salud, sobre todo para los que están más lejos (Que cuanto mejor estén, más tranquilo me dejarán), que no aparezcan los fantasmas de siempre con las mismas monsergas y que me dejen recordarlos en mi memoria como la imagen edulcorada que quiero creer. Pero claro, si vuelven, la imagen bonita se disipa para recordarme las cosas por las que se convirtieron en fantasmas.. así que, ¡fus, fus! A los sobrinos, mucha ilusión... Para el mayor, menos mala leche, para la más pequeña, una caja de sonrisas para que no deje de reír (que cuando sonríe, nos contagia a todos), y para su hermana mayor, una piscina para que nade cuando quiera. A mis hermanos, mi número de teléfono, para que me llamen cuando les apetezca, y a mis hermanas un día libre a la semana para que lo dediquen a ellas, y nada más que a ellas. A mi madre, un espejo, y a mi gente de Aranjuez, una luz brillante para que todos sigamos mirando el mismo horizonte. (¡Qué bonita es España! ¿verdad, Elena?)

Y hasta aquí, esta carta de buenas intenciones, con un poco de mala leche en algunos casos. Yo ya me despido hasta la semana que viene. Espero que mañana paséis una buena noche, agradable en la compañía de la gente a la que apreciáis, y que tengáis una feliz Navidad (O feliz Saturnalia o Santo Centro Comercial).