La generación de los Palomos

Puede que todo empezase con el Avecrem, sí, con el Avecrem, esa pastilla de condimentos varios que se echa a la sopa para dar más sabor. Luego, a raíz de ésta, se empezó a crear una serie de productos dedicados a facilitar dichas labores propias de la cocina: Los sopistán, los sobres de pasta… hasta una amplia variedad de artículos donde incluso el más patoso puede degustar un buen plato, aunque éste no alcance el sabor del casero.

Ahora ya no sólo sucede en la cocina, muchos otros gremios han hecho lo propio y han ido creando una serie de plataformas destinadas a facilitar a los usuarios el acceso a sectores que hasta entonces estaban destinados sólo para aquéllos que gozaban de la suerte y la preparación necesaria. Para mí no hay duda, estamos ante la generación de Juan Palomo, inspirado en esa pastilla de Avecrem que con el tiempo germinó en esa gran variedad de platos.

Plataformas como Youtube, Bubok, los blogs, fotologs e incluso el Emule o el Ares están sirviendo de utilidad a un sinfín de personas anónimas que hace uso de ellas para promocionarse, para darse a conocer a la inmensidad de la red y así hacer realidad parte de un sueño, de un anhelo. Ya no es tan necesario un agente, un padrino que encuentre a esas personas, ni éstas tienen por qué vagar de empresa a empresa en busca de un reconocimiento que en muchas ocasiones no llega. Hoy, todo aquél que lo deseé, puede al menos intentarlo y llegar a un puñado de gente… y si hay suerte…

Hay muchos ejemplos de personas que, sin ningún tipo de ayuda más que la promoción y el ingenio propio, han conseguido hacerse un hueco en los competitivos mundos de la televisión, música o literatura. Borja Pérez y Joseba Caballero ya hacían sketch de manera altruista a través de su Web, hoy la popularidad que alcanzaron en Youtube les ha llevado a tener su propio programa en La Sexta. El rapero Porta, ya sea reconocido por su sector o no, se inició en la música grabando canciones y colgándolas en Internet, donde la gente se las descargaba gratuitamente. Páginas como Bubok están llenas de autores provistos de grandísimas ideas e historias que ponen a disposición de todo el mundo, algunos incluso a coste cero… y así podría seguir con otros sectores cómo fotografía, pintura o artes manuales.

La Red es la aliada de todos esos Palomos, ella es la pastilla de Avecrem que hace posible que todos ellos hagan realidad, en cierto modo, sus mejores sueños, o al menos es su primer paso. Ahora ¿Qué es lo que hace que unos lo consigan y otros no? ¿La suerte? ¿La preparación?

La verdad es que muy complicado definir los motivos que hacen que algunos continúen el camino de un modo ascendente mientras los demás prosiguen dando tumbos en los algoritmos de Internet. Puede que en gran parte dependa de la suerte, otra del ingenio de los interesados en promocionar sus instrumentos y finalmente, puede que la preparación que tengan dicte la diferencia entre estar aquí o allí, o incluso puede que ni exista la fórmula mágica que impulsa a unos separándolos de los demás Palomos que persisten en su lucha. Pero lo que es una verdad innegable es que ahora, todos ellos tienen la oportunidad que antes se negaba a la mayoría. Ya nadie les dice “No, gracias” nadie puede frenar su creatividad porque la herramienta está ahí, al alcance de todos ellos y su público también.

Los Palomos del siglo XXI tienen que luchar día a día para que su trabajo se diferencie y lograr lo que desean, pero no es tarea fácil. Hay muchos enemigos que intentan frenar de todas las maneras posibles este movimiento del anónimo que se abre camino sin pedir permiso. Los primeros son los medios convencionales, aunque tal vez los más peligrosos sean los propios Palomos, pues ellos tratan de darse a conocer por un canal donde no están solos, sino que deben compartirlo con otros tantos. Algunos estarán muy preparados, serán casi eruditos de sus disciplinas que nadie entiende por qué son obviados por los canales tradicionales. Otros lo estarán menos y, finalmente, una gran mayoría no preparada que hace uso del mismo derecho que tiene el erudito en utilizar la red para sus fines, pero provocando una lacra que arrastra a todos los demás. En medio de todos ellos, la guerra siempre se abre para que se den codazos y eliminen a los rivales más débiles, aunque en ocasiones se junten y se alíen por su causa común. Pero lo que no me cabe duda es que esta es la generación de los Palomos donde, por fin, nosotros lo guisamos y nosotros lo comemos, está creando una brecha en todos los sectores. Señores, estamos en crisis, y la crisis siempre implica un cambio. Vigilen a sus Palomos.
Artículo publicado en el númer Cinco de la Revista Groenlandia. Pronto tendremos el número Seis.

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