Modos de entender el amor. |
AVISO: esta entrada desvela piezas y matices de la historia entre Vonda y Anuphis, pero no narra sucesos de la novela.
Vonda y Anuphis son los dos personajes con más transfondo afectivo dentro de la historia de la primera fábula de Novorsa. Puede que no sean protagonistas del nudo principal de la trama, pues en ese sentido solo son conductores y agentes clave en algunos de los momentos de más trascendencia de la acción principal, pero sobre esta curiosa pareja recae la mayor parte del peso de una de las tramas secundarias: el amor… o desamor, mejor dicho.
La trama principal de «la mujer de la piel manchada» está centrada en un mundo de fantasía que nunca podría suceder en la vida real. Es un mundo mágico y muy diferente al que nos rodea, con criaturas entrañables, espeluznantes adversarios y leyes que desafían a la propia naturaleza. Sin embargo, gracias a personajes como Vonda y Anuphis, podemos ver como, pese a las inmensas diferencias que separan Novorsa de la Tierra, sus naturales se enfrentan a problemas afectivos propios de esta tierra terrícola, de sociedades tecnológicas y sofisticadas.
El matrimonio natural de Abthulia sirve de puente entre la Tierra y Novorsa. Sus problemas, que a simple vista tampoco parecen propios de nuestra cultura occidental, pueden servir como un espejo que nos devuelve sin que nos demos cuenta una imagen muy real, humana y a la vez, triste.
Vonda y Anuphis forman un joven matrimonio de una pequeña ciudad del continente Teodum. Se unieron tiempo atrás del inicio de nuestra historia y se presentan ante el lector como dos personajes serios y responsables que buscan tener un hijo como expresión máxima de su unión. No obstante, en el capítulo «La fiesta del fuego», Vonda ya advierte a Erika sobre la existencia de Diaco: un joven muchacho que mantiene una relación especial con el que es su marido. En este momento temprano de la historia, no se entra en más detalles. Simplemente Vonda acude a una popular fiesta llena de tradición para ese pueblo que vive en medio de un bosque frondoso, para que su marido “baile” para ella a modo de ritual para solicitar su vientre y así concebir a un niño durante el inicio de la época de fuego. Algo así como la fiesta de San Juan. Ya ahí mismo, bajo tan señalada fecha, Vonda debe afrontar la realidad de su relación. Su marido es homosexual, condición que es aceptada por todo su pueblo y que no tiene relevancia alguna para los naturales de Abthulia.
Erika es consciente del drama de su hermana, aunque en realidad las dos muchachas continúan como si no sucediera nada. Básicamente porque en realidad no sucede nada que no pase de un modo normal en aquella cultura. Los matrimonios no son concebidos como uniones sentimentales entre dos personas, sino como una unión de dos personas con el único objetivo de procrear. Por lo tanto, no se elige un marido o una esposa, sino una madre o un padre. No tiene nada que ver con los sentimientos. Son decisiones pragmáticas para buscar el mejor procreador. Así de sencillo. Y luego está el sexo, que puede practicarse con quién se quiera, con libertad y sin prejuicios.
Esta situación, en caso de aceptarse por ambas partes con absoluta libertad, provoca una hipotética relación de completa estabilidad, sin embargo queda muy lejos en el caso particular de Vonda y Anuphis. Para él todo está perfecto. Vonda es su mejor amiga, la conoce a la perfección y valora positivamente la mayoría de las cualidades de la muchacha. Además tiene mucha complicidad con ella, por lo que para él es la mejor opción para convertirla en madre de sus hijos. Sin embargo es distinto para Vonda.
Ella tendrá que aprender a protegerse de las decepciones del amor. No es una mujer afortunada en los asuntos del corazón, ya que en su pasado sufrió miles de decepciones. Aunque la peor, sin duda, fue con Anuphis. Ella estaba muy enamorada de él pero no era algo recíproco. Así pues, finalmente terminaría aceptando a convertirlo en el padre de sus hijos como premio de consolación. Era lo máximo que él podía ofrecer, y ella lo aceptaría con estoica resignación. Una historia tristemente repetida en muchos lugares de Abthulia.
Esta situación, que parece un disparate en la vida real, lo cierto es que es más común de lo que muchos podemos llegar a creer. ¿Cuántas personas deciden hacer algo que no les gusta solo por satisfacer los deseos de sus parejas?
Por citar un ejemplo, hace unos años una persona que conozco me contó que se encontraba en una complicada situación. Su pareja le había pedido más libertad dentro del ámbito sexual, proponiéndole realizar ciertas actividades que iban más allá de la relación de pareja. Hablo de intercambios, tríos e incluso sexo grupal. Cuando me lo contó, quiso saber qué opinaba al respecto. Supongo que pensaba que mi mente podía estar más abierta que la suya y que por tanto, podía decirle las palabras de ánimo que buscaba. Sin embargo, los ojos de esta persona me decían claramente que aceptaría realizar estas prácticas, pero solo por temor de perder a su pareja. Jamás habló de esta experiencia como algo que desease vivir y me lo contaba esperando que le diera argumentos que le animaran a participar en estas prácticas. Mi opinión fue tajante. Bravo por aquellas personas que viven su sexualidad con esa libertad, pero que no debía transigir solo por temor a perder a la otra persona. Sencillamente no estaban en la misma onda, y al final quien terminaría sufriendo sería aquel que aceptó por miedo. A Vonda le pasa algo similar. Vonda transige con la homosexualidad de Anuphis con tal de estar con él, y acepta en convertirlo en el padre de su hijo como única y máxima expresión de lo que un buen día sintió por él.
La situación cambia radicalmente con la llegada de Kalixto. El mago, que guarda un peso muy importante en la trama principal, también es clave en esta trama secundaria. Él proviene de una cultura diferente pero más próxima a la nuestra. Kalixto mostrará enseguida prejuicios contra la relación de Anuphis y Diaco, pero sobre todo se mostrará escéptico por la relación que Anuphis tiene con Vonda. Para él es imposible concebir esa idea de pareja, y en más de una ocasión dejará patente su disgusto y sus dudas acerca del modo en el que Vonda acepta la situación de su matrimonio. La llegada de Kalixto será esencial para que Vonda piense si merece la pena mantener un matrimonio en esas circunstancias o si, por el contrario, hay una versión mejor de sí misma al lado de alguien que no solo la quiere, como hace Anuphis, sino que además se desvive y la ama sin reservas.
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