GH: estrategias y jugadores

Nico, Ana y Raquel: un matrimonio a tres.


El reencuentro de diez días ya ha superado claramente las previsiones que nos marcaron. Se trataba de un pequeño homenaje al programa, un regalo para los fans. Sin embargo ya no es así. El reencuentro ya ha superado el mes y no deja de entrar gente en la casa, de llenarse de nuevas tramas y sus consecuentes cambios de estrategia. Así lo vimos ayer, en una gala dónde la audiencia empieza a desinflarse (posiblemente por la falta de tramas de peso y por el alargamiento de algo que prometía ser corto. Además, la mecánica de este reencuentro hace de la gala, un mero resumen con presentadora). No hubo expulsión, y además entraron dos nuevas parejas. Ahora vuelven a ser doce, por lo que el reencuentro podría alargarse otro mes. Algo que con la caída de la audiencia, tal vez no sería aconsejable. Las pilas se están agotando. Se está rompiendo de tanto estirar.

La casa ha pasado posiblemente una de las semanas más tranquilas. Los concursantes creían acercarse al final y cualquier movimiento en falso podía hacerles pagar con la salida del concurso. Tal vez por eso los hemos visto más comedidos, más estrategas. Tan sólo ha recalcado la tormentosa relación que Ana quiere iniciar con el italiano, con todo un despliegue del teatrillo de Isabel la Católica y Cristóbal Colon, y por supuesto también, las réplicas de la discusión Pepe/Ainhoa, réplicas propiciadas únicamente por ella.

Recuperando un poco este tema, me choca que aún hoy siga coleando este asunto. Los dos mantenían una buena relación, llena de complicidad, pero una disputa un tanto absurda los separó. Hablaban de la pareja del momento de GH11, cada uno defendiendo una posición, y en medio del debate, Pepe hizo mención a las malas formas que tenía Arturo de tratar a Indhira, argumento que Ainhoa sacó de contexto, le dio un nuevo matiz y acusó a Pepe de llamar a Arturo maltratador. Pepe enfureció, cómo pudo hacerlo Ana cuando Amor “malinterpretó” su concepto de paleto, o como Amor cuando Pepe intentó hacer creer que había llamado a Almudena acomplejada por su estatura. Es un juego al que entran todos para dejar en evidencia a la competencia, un juego que Pepe no pensó que pudiera sufrir, y más por Ainhoa, por quién empezaba a tener cierta complicidad. En medio de la disputa, Pepe le dijo que no fuera hija de puta, que no es lo mismo tratar mal que maltratar, aunque se parezca. Ainhoa siguió versionando la realidad y el estratega acabó a grito limpio y huyendo del callejón sin salida en el que se encontraba. Al día después se disculpó por las formas, ella no lo hizo por sacar de contexto sus palabras, y la relación que tenían llegó a su fin. Así, esta semana hemos podido ver las réplicas de aquella bronca, con Ainhoa haciendo especial hincapié en el “hija de puta” y en los gritos. Por la contra, Pepe ha preferido evitar los comentarios para que la audiencia no le viera endemoniado y nos ha ofrecido una cara más amable llena de bromas y conversaciones.

La estrategia de Pepe ha quedado clara. Tras el altercado con Ainhoa, él ha sonreído mientras ella se ofusca, ha pedido perdón, y no lo ha recibido, y ha conseguido eso tan necesario para ganar: se ha convertido en el centro de todas las críticas. Mientras Ainhoa busca cómplices en su lucha, él busca un compañero de juegos. Una pena que la discípula no sepa ver el concurso tras la clase magistral que le dio para combatir a Melania. Se está inmolando ella sola. Y Nico, con sus desplantes a Ana, tampoco ayuda.

Así ha sucedido la semana, con Ainhoa retroalimentándose y envenenando a los demás. Chiki, Nico y María José han entrado al trapo con suma facilidad, siendo Jorge el único que no ha entrado en el juego. Y es que, la mayor acusación contra Pepe es que está jugando, que no deja de pensar y analizar sólo para ganar. Dicen que su estrategia es sucia, porque tras el rechazo visceral que ha sufrido, se ha juntado al de la pierna encima. Pero ellos también juegan y elaboran sus planes para evidenciar el juego de Pepe. Pobres, no se dan cuenta que Pepe es el primero que nos cuenta el juego. No hay nada qué evidenciar.

En cuanto a Raquel Lo diría que la muchacha está repitiendo la jugada en GH7 pero con más maestría, ahora con Nico como víctima. Ha pasado de la observación a la acción, desquiciando sutilmente a Ana y poniendo en serios aprietos al italiano. Y es que ahora Raquel está más picardeada en estos menesteres. Está más oscurecida, como Pepe le mencionaba, y parece hasta que disfrute con su supuesta inocencia, compartiendo secretos de “encoñamiento” con Ana, metiéndose en la cama con ellos irrumpiendo así cualquier contacto, poniendo esos ojitos y esa sonrisa bobalicona, y con confesiones que cualquier otra persona, por orgullo, jamás las contaría. ¿A qué es un encanto?

Respecto a las nuevas entradas, ayer GH8 por fin tuvo su debida representación. Y qué representación. Los polos más opuestos se han reencontrado: el incorrecto de Dani y la desquiciada de Marusky. De Dani, decir que no me gustó en su edición y no particularmente por las lindezas que decía. Siempre asumí que se trataba de un papel que quería interpretar para llamar la atención y destacar. Pero, dejando a un lado su supuesto racismo, su homofobia, su xenofobia y su altiveza, tampoco fue un concursante que me gustase en su edición. El dúo que formó con Javi fue insufrible. Fueron irrespetuosos con todo el grupo, los dividieron e hicieron que la convivencia fuera inexistente. Ahora, sin su compañero macarra, veremos qué da de sí este Dani más gordo, con pelo de niño bueno y barba. De su compañera poco puedo decir, será él quién tire del carro.

La otra pareja fue la formada por Gema y Orlando. Hubiera preferido a Carlos F. en vez del feriante, el soldador sí tiene cuentas pendientes con la que fue su mujer, pero tendremos que conformarnos. Y fijaos que, pensando en esta nueva pareja, creo que podemos estar ante la nueva Melania y el nuevo Piero, porque Gema es igual de cojonuda que la de Morella (Por cierto, ayer estaba guapísima. Parecía una esfinge, inmóvil cada vez que la cámara la enfocaba) y Orlando otro tibio como el italiano. Su llegada podría provocar otro bloqueo como el que vimos con GH9. Ahora hay cuatro personas del GH10 y eso puede ser decisivo de cara a la próxima expulsión.

Y ahora un último dato, el resultado de las votaciones –inútiles- de esta semana. Nos confirmaron lo evidente; Pepe y Raquel encabezan la lista. Los seguían a cierta distancia Jorge y María José (sorprendentemente. Y como el Gato apuntaba hoy, posiblemente gracias a él, pues ella ha estado de baja media semana), luego Nico y Ainhoa, ya en peligro y por último Ana y Chiqui. Ahora, con las nuevas entradas, no me aventuro con ningún pronóstico. La semana que viene habrá más sorpresas.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo en casi todo. Pepe es un maestro en esto de GH y volverá a ganar porque nadie puede haerle sombra. Tal vez Dani, que también es muy inteligente, pueda aporvechar mejor su estancia y ponerle las cosas díficiles.

    A Jorge le veo muy bien, mejor que Maria José, que se ha ido, pero le pasa lo mismo que a chiki. cae bien pero no lo suficiente. Orlando me sobra. Si no ganó GHX, ¿Por qué iba a ganar ahora?


    En fin, que tenemos reencuentro para rato. A ver si nos meten a Hans con rebeca, que eso sería un cachondeo!!

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